El Milán agudiza la crisis de la Roma

La jornada dominical de la Serie A se cerraba con un bonito duelo entre dos aspirantes a la Champions. Milán y Roma llegaban con urgencias, porque ambos habían caído eliminados de la Copa esta misma semana. Los rossoneros lo hicieron ante la Atalanta, prolongando una maldición en el torneo copero que se alarga ya más de veinte años. La derrota de la Roma fue incluso más dura, porque se produjo ante la Lazio, el eterno rival. En este contexto y con ambos entrenadores, Pioli y Mourinho, muy discutidos, el encuentro de San Siro se antojaba vital para los dos equipos.

Desde el comienzo del partido la superioridad del Milán se hizo evidente. Pioli tuvo que alinear una pareja de centrales de circunstancia, con el veterano Kjaer y Gabbia, de regreso en la capital lombarda tras su corta e infructífera experiencia en el Villarreal. A pesar de ello, la Roma no consiguió hacer daño a su rival, y Lukaku se vio muy solo ante la ausencia de su mejor socio, Paulo Dybala. A los diez minutos, una jugada mal defendida por parte de los giallorosos terminó en el gol de Adli, tras un bonito recorte en el área. Los rossoneros pudieron aumentar su renta antes del descanso, pero les faltó acierto.

Si el dominio del Milán había sido marcado en la primera mitad lo fue aún más en la segunda. Salieron decididos a ampliar su ventaja y lo consiguieron poco antes de la hora de juego, con un gol de Giroud. El partido parecía visto para sentencia hasta que Calabria cometió un absurdo penalti cerca del minuto setenta, que fue transformado por Paredes. El gol dio esperanzas a la Roma, pero estas se esfumaron quince minutos después, cuando Theo se sacó un soberbio zurdazo tras una gran combinación con Giroud.

Cinco puntos ha sumado la Roma en sus últimos seis partidos de Serie A. El balance se antoja muy pobre y a todas luces insuficiente si los de Mourinho quieren competir por la cuarta plaza. Se trata de su única opción de entrar en liga de campeones, pues el tercer puesto, que ocupa precisamente el Milán se halla a trece puntos, una distancia que parece insalvable. Es cierto que en estos encuentros se ha enfrentado a seis de los ocho primeros clasificados de la liga, pero, al fin y al cabo, esos son sus rivales por las plazas europeas y los duelos directos ante ellos cobran mayor importancia.

El partido ante el Milán es preocupante, porque los de Mourinho se mostraron muy débiles en defensa, algo que no había sucedido nunca desde que el portugués llegara a la capital de Italia. La única noticia positiva para la Roma es que la cuarta plaza está a cinco puntos, dado el atasco que hay en la Serie A en esas posiciones.

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