Una portería sin dueño

Al margen de la competitividad que se genera al no ser un puesto fijo (a diferencia de otros en el once inicial), sale ganando el equipo. «Son dos porteros que paran mucho. Estamos contentos con ambos», señala cada vez que tiene ocasión y se le pregunta el entrenador mirandesista, Joseba Etxeberria. «Nos van bien los dos para lo que queremos y el juego que proponemos en el campo», incide al hacer referencia a que el estilo de ambos guardametas está acorde a las necesidades del bloque jabato.

No ocurre lo mismo en el marco de otros rivales, donde por regla general aparece siempre (salvo lesión o sanción) el mismo ocupante en una posición que, normalmente, atiende a menos variaciones que las que se introducen en otra demarcación.

Las últimas citas del curso han deparado una mayor alternancia. Así, en la anterior frente al Lugo jugó Ramón Juan, con Alfonso Herrero en el banquillo. Contra el Zaragoza, el 8 de enero, en el primer choque de 2023 fue el toledano quien se situó como cancerbero mientras el capitán era relegado a la suplencia.

Sin embargo, al final de 2022 fue el titular tanto en la despedida ante la Ponferradina (2-1) en Anduva como seis días antes en El Sardinero contra el Racing (1-2). En dos encuentros consecutivos, en los que la balanza se inclinó hacia el lado rojillo. En la segunda y última ronda de Copa que ha jugado esta campaña el Mirandés, ante el Intercity, fue Herrero quien defendió la meta mientras que el catalán lo hizo en la primera eliminatoria ante el Vimenor.

El castellanomanchego contabiliza 15 encuentros de la Liga y uno de la Copa. Ha formado parte de los elegidos que inician el partido desde la quinta jornada; salvo en la décima, que jugó Ramón Juan, ha sido el defensor de la portería de manera continuada hasta el choque frente al Leganés (2-2). A partir de ahí, ha cobrado más protagonismo el barcelonés, fijo en las cuatro primeras fechas y que ha reaparecido con el paso de las jornadas.

Titular el pasado domingo, le dieron poco trabajo pero el escaso que tuvo lo solventó de forma positiva. La intervención más destacada la firmó en el 95 al repeler un disparo desde el punto de penalti a bocajarro. Una vez más, sus reflejos salieron a relucir.

Una cualidad que también cumple su compañero, como ha quedado demostrado a lo largo del curso. Sin ir más lejos, en La Romareda, cuando en los instantes finales salvó al equipo de encajar un gol con dos actuaciones de mérito, de esas que dan puntos tras el tiempo reglamentario.

Casualidad o no, el capitán ha sido titular en los dos últimos envites que ha acogido Anduva; además del que disputó el Mirandés en tierras cántabras y el toledano, en los desplazamientos a Leganés y Zaragoza.

En definitiva, el puesto donde existe una mayor alternancia en las últimas semanas es el de portero mientras el resto del once tipo está, por ahora, muy definido. Y en progresión.