El Mirandés se nubla en el último tercio del campo
El cuadro rojillo sólo conecta una media de 4 pases por encuentro cerca de la portería rival
Toni Caballero
Miranda de Ebro
Miércoles, 15 de octubre 2025
Las debilidades del Club Deportivo Mirandés en la presente campaña saltan a la vista. El primero que es consciente de ello es Fran Justo, con ... su cuerpo técnico, después van los jugadores y, cómo no, los aficionados jabatos. La solidez defensiva, pilar fundamental si se quiere alcanzar la permanencia, viene mejorando en las últimas y los rojillos fueron capaces de lograr su primera portería a cero contra el Leganés. Ahora, por delante, quedan otras tareas pendientes como la generación de un mayor volumen de ocasiones, aumentar la preponderancia en el partido y, a la postre, apuntalar la eficacia de cara a gol.
Tal y como revelaba Pablo Pérez en rueda de prensa esta misma semana, el cuadro del Ebro se ha centrado, principalmente, en mejorar atrás para cortar la sangría de goles en contra. Frente al Leganés se vio una mejoría en este campo pero, al ser preguntado por la generación de jugadas de peligro, el carrilero izquierdo no dudó en aseverar que, aunque habían protagonizado las más claras del encuentro, el trabajo diario también se enfoca a provocar más escenarios en los últimos metros del campo rival.
Y es que, el pasado fin de semana, se pudo apreciar un Mirandés con intención de ser más vertical, al menos por momentos, y con profundidad por bandas. No con demasiada consistencia y continuidad en el juego, pero los de Justo trataban de ser directos cada vez que podían y lograron hacer daños en contadas ocasiones.
Sin embargo, este planteamiento no se pudo mantener en el tiempo y, ya en el segundo acto, el Leganés se hizo dueño y señor del juego en Mendizorroza. Sólo el Jebari, con su disparo al palo, y Pablo Pérez con dos llegadas en las postrimerías del duelo, fueron capaces de generar peligro en la parcela pepinera.
El algodón no engaña y los guarismos recogidos, y publicados, por LaLiga y otras plataformas especializadas reflejan que la escuadra mirandesista sufre mucho cuando llega al último tercio de campo. Este dato se acentúa más aún partiendo de que es el equipo de Segunda que menos posesión de balón registra, con un 38%, lejos del 57% de Las Palmas, que lidera la tabla.
El cuadro de Anduva aún está en construcción, viene consolidando su zona defensiva, la contundencia, sobre la construir un proyecto que quiere ser dominante, imponer condiciones con el cuero y generar un mayor caudal ofensivo. Así lo han revelado varias piezas del plantel, pero todavía está en el camino.
Por el momento, los rojillos presentan un 75% de acierto en el pase, los segundos que menos en la categoría de plata, si bien es cierto que se encuentran cerca del 79,6% que establece la media en la división. Completan 3 de cada 4 pases intentados en cualquier zona del campo mientras que el Andorra encabeza la estadística con un 86% de acierto en el pase.
Si bien esta expresión numérica no muestra ninguna flaqueza de los de Miranda, sí deja claro que han de mejorar en el cuidado del balón con respecto a sus oponentes; un escenario que se torna todavía más palpable según avanzan en su ofensiva.
Hasta el momento, en 9 partidos disputados, el Mirandés ha intentado un total de 69 combinaciones en el último tercio del campo, en tres cuartos, dónde se cocina el grueso de las llegadas y ocasiones de gol. Es el mismo número de pases que Las Palmas, líder de la posesión, lo cual habla de que la tenencia del cuero no es directamente proporcional a la fabricación de peligro; 2 por encima del Granada y 20 más que la Real Sociedad B, que cierra el grupo.
El problema radica, sustancialmente, en que los jabatos sólo han completado con éxito 35 de estos pases (el segundo que menos en Segunda), o lo que es lo mismo, algo menos de 4 por partido disputado. Cualquier aficionado es consciente de que este número suele ser insuficiente para poder ganar los partidos puesto que, balones en largo aparte, es la base sobre la que generar jugadas que puedan acabar siendo objeto de gol y, para más inri, también hay que acertar y tener eficacia.
Además de contar con poco balón durante todo el encuentro y de no demasiadas tentativas en la zona de peligro, tampoco está mostrándose preciso cuando llega a la zona. El equipo sólo completa con éxito la mitad de sus combinaciones en el último tercio del campo, un 50,7%. El filial de la Real Sociedad, colista, ha completado 33 pases de los 49 proyectados en esta parcela; el Cádiz, líder, 115 de 150.
Todos estos datos esclarecen que el Mirandés está teniendo serias dificultades tanto para mantener el balón en su posesión como para sacar rédito de la misma en campo contrario y, específicamente, en los últimos metros. Se nubla cuando se acerca a la portería rival, menguando así el potencial ofensivo del equipo y, en definitiva, su capacidad goleadora.
Avances
Pero no todo es tan malo. De hecho, contra el Leganés, el equipo dispuso de las dos ocasiones de gol más claras de todo el encuentro. El plantel siente que está mejorando sobre el césped, así lo trasladan desde el vestuario, y que la evolución tiene que llegar desde los cimientos.
Una vez se logre continuidad en la solidez defensiva, más porterías a cero, llegarán los resultados. Para ello, en una competición tan igualada como la división de plata, también hace falta eficacia de cara a puerta para desequilibrar enfrentamientos, inercias y planteamientos de los mismos.
El plan del vestuario mirandesista está claro, construir desde atrás hacia delante, pero esto no es óbice para que Fran Justo y su equipo sean los primeros que pretenden un equipo con más peso en el juego, que mande con el esférico y sea capaz de producir más peligro en el último tercio, y así lo han manifestado en numerosas comparecencias, por lo que hay mucho trabajo por delante.
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