Aarón Martín
La joven promesa afronta su primera aventura profesional y personal fuera de su amadoTenerife
Toni Caballero
Miranda de Ebro
Sábado, 9 de agosto 2025, 00:06
Natural del municipio tinerfeño de La Orotava, Aarón Martín es uno de esos canarios que sonríen casi de manera automática. Pese a sus 18 años ... de edad, se desenvuelve ante el micrófono con tanta soltura como lo hace con el esférico. Hay que disfrutar. Es propiedad del Al-Qadsiah Club de Fútbol de Arabia Saudí desde el pasado mercado de invierno, conoce a los jeques de la entidad, pero todavía no ha pisado el país, curiosidades de la vida. Miranda se erige en su primera aventura profesional, y personal, fuera de su amada isla y llega repleto de ganas. Tiene como ídolo a Toni Kroos, es futbolero hasta la medula y aterriza en Anduva para, a priori, convertirse en un pilar fundamental en la medular del nuevo Mirandés.
–Se ha hablado mucho de su talento en las últimas semanas, también de su gran irrupción en el Tenerife, su rápido traspaso al club árabe y sus diferentes propuestas de mercado, pero, ¿cómo se definiría como jugador?
–Si tengo que elegir una palabra, diría trabajo. El trabajo es lo que me ha hecho llegar aquí, a tener esta oportunidad. Es lo que me ha hecho crecer hasta este momento y también será mi moneda de cambio para el equipo, para expresar mi gratitud por confiar en mi.
–Lleva pocos días dentro de la disciplina mirandesista, lo justo para ir conociendo a sus compañeros y entrar en funcionamiento, ¿qué le pide Fran Justo en estos primeros entrenamientos y amistosos?
–El míster me pide que sea yo mismo, que me suelte y que me vaya adaptando al grupo. Lleva muy poco tiempo, un par de días, y al principio siempre puede ser un poco complicado. Pero, principalmente, me pide que sea yo mismo, que sea natural y disfrute del fútbol. Esta es una de las principales cosas del fútbol y yo soy un apasionado.
–Ya conocía a Medrano del Tenerife, ¿alguno de sus nuevos compañeros le ha sorprendido por su calidad en los entrenos?
–Llevo poco tiempo, como te digo, pero ya he visto que son todos buenísimos.
–Son ya tres encuentros de pretemporada para el equipo, aunque usted sólo ha participado en el último, en Tafalla frente a Osasuna, y se han visto diferentes sistemas de juego, ¿en qué demarcación del campo se siente más cómodo?
–Venimos hablando mucho de ello en los últimos días, tanto con mi entorno como con el míster y más personas. Creo que puedo jugar de 8, pero también 6, en el centro del campo. Me siento muy cómodo en ambas posiciones, pero siempre que sea actuando en el medio y por dentro.
–Es la primera vez que el Mirandés cierra una operación con un club árabe totalmente antagónico tanto en la filosofía deportiva como en la parte económica, ¿cómo se gestó la operación para que acabara de rojillo?
–El Mirandés lanzó la oferta al principio de la pretemporada. Yo dije que sí sin dudarlo. Sabía desde el primer minuto que este es un gran sitio para los jugadores jóvenes. Para mi desarrollo futbolístico pero también personal. Hablamos de un club que se sale en este sentido, de un club referente. Lo tenía muy claro desde el principio y creo que he acertado de lleno.
–No todos los jugadores se paran a analizar el contexto personal, más allá del plano deportivo y el potencial, para crecer en una determinada ciudad y seguir formándose como seres humanos...
–Es mi primera experiencia fuera de Tenerife y ya te digo que el recibimiento del Mirandés y de Miranda, en general, ha sido espectacular. Desde la gente del club, todos sus trabajadores, a la gente que me va parando por la calle, me saludan y me dan ánimos para la temporada. Estoy muy agradecido con todos y eso ayuda un montón también al llegar a un sitio nuevo. La verdad que el recibimiento no podía haber sido mejor. El míster y Alfredo Merino han estado también muy cerca de mi para que me sienta en casa, también el presi. Superagradecido con todo el mundo. Estoy muy contento y me siento muy involucrado en esta familia que se está formando.
–Aún lleva poco tiempo en el equipo, con Fran Justo al mando, pero, ¿qué ideas quiere transmitir el míster? ¿qué tipo de equipo quiere que sea el nuevo Mirandés 2025-2026?
–Lo que ha dejado claro desde el principio es que quiere que compitamos. La liga es muy larga, más aún en Segunda. Esta división exige mucho y los equipos que no compiten bien lo acaban notando, es algo que se ve desde lejos. Es una competición continua, desde el primer partido hasta el último que juguemos. Somos un equipo muy joven, van a seguir llegando compañeros y garra no va a ser algo que nos falte. De hecho, la garra debe ser lo primero que nos caracterice como equipo durante la temporada. Nuestra principal arma, diría yo.
–Hablando de competir, a priori, jugar de local en Mendizorroza puede ser un factor en contra de los intereses rojillos. El fútbol es imprevisible pero Anduva es Anduva, aunque tendrá que esperar algunos meses, ¿cómo se ve desde dentro del vestuario este escenario?
–Bueno, no lo sé. Anduva es un estadio precioso. Tiene esa magia de los campos pequeños, es muy acogedor. Pero yo realmente no creo que vaya ser un factor tan determinante para nosotros, no creo que determine tanto los partidos. El equipo somos los que somos. Nos tenemos los unos a los otros y tenemos que luchar hasta el final. No creo que jugar fuera de Anduva vaya a marcar tanto los partidos.
–Los medios trataremos de evitarlo en la medida de lo posible, pero venimos del, muy probablemente, mejor Mirandés de la historia. Eso está en la cabeza de cada aficionado, grabado en la ciudad, y las comparaciones van a ser inevitables a lo largo de la temporada deportiva. ¿Esto puede tomarse como un acicate, un ejemplo a emular por la nueva plantilla, o podría convertirse en una mochila de presión llegado el caso?
–Al menos yo, personalmente, des de mi forma de verlo, lo tomo como una motivación más para la temporada. Esa es la verdad. Al final, proponiéndonos grandes cosas, como las que hizo el equipo del año pasado, si no logramos conseguir llegar a ese listón, nos quedaremos cerca de ello. Siempre hay que apuntar lo más alto posible y, si luego por lo que sea no llegas a donde te habías marcado, al menos habrá quedado lo más arriba posible habiéndolo dado todo. Está claro que dejaron el listón muy alto, que hay que marcarse objetivos cortos y dejarlo todo con garra, pero yo soy ambicioso siempre y creo que lo mejor es apuntar lo más alto posible.
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