El bus urbano variará su recorrido durante más de un año para evitar las obras del centro

Uno de los principales afectados por las obras, además de los vecinos, son los usuarios del bus urbano, que ven como constantemente el recorrido tiene que adaptarse. Para evitar molestias y contratiempos, el equipo de gobierno ha pedido a la empresa adjudicataria que estudie un trazado alternativa para el próximo año.

Tras analizar diferentes opciones, la propuesta que la compañía presentará al Ayuntamiento es la de trasladar las paradas de Ramón y Cajal a la calle Alfonso VI y las de Arenal a Condado de Treviño. Son las calles paralelas con el mismo sentido de circulación, lo que se entiende que es la solución más viable y que menos trastoca a los viajeros. Eso sí, falta por definir el lugar en el que se ubicarían las paradas, que podrían reducir su número. En Condado de Treviño, ambulatorio y las inmediaciones del parque Antonio Cabezón serían fijas por el servicio que prestan a los usuarios, pero faltaría concretar una más para que no haya tanta distancia entre ambas. En Alfonso VI todavía no hay una idea concreta aunque se trataría de respeta más o menos las mismas ubicaciones que en Ramón y Cajal.

La empresa ya ha trasladado verbalmente al concejal estas posibilidades, aunque será necesario que las dos partes mantengan una reunión para ultimar todos los detalles y plasmar la modificación de forma oficial, porque será necesario informar de la misma a los usuarios. También hay que estudiar si con el nuevo recorrido, el bus puede cumplir con los horarios, ya que ahora mismo tiene muchos problemas para no retrasarse porque la peatonalización de Fidel García le obliga a ir por La Estación. En esos pocos metros, hay dos semáforos, lo que retrasa varios minutos.

Entre las alternativas a futuro también se contemplaba desviar el bus por Ronda del Ferrocarril, mucho menos congestionada de tráfico y que además dispone de dos carriles en ambos sentidos de circulación. Sin embargo, esta opción alejaba al bus del centro urbano y supondría una pérdida de calidad en el servicio, lo que a la larga se traduciría en un descenso en el número de viajeros. Por este motivo, para ocasionar el menor perjuicio a los usuarios, se ha optado como solución más factible por trasladar las paradas de Ramón y Cajal y Arenal a las calles Alfonso VI y Condado de Treviño.

Una vez concluidas todas las obras previstas, que al menos se prolongarán los meses que quedan para finalizar el año y casi todo el próximo ejercicio, se estudiará nuevamente cuál es el recorrido más conveniente para el transporte público.