Los Ángeles se opone al tercer carril de la Carretera Logroño en Miranda y pide una circunvalación

Una alternativa que el colectivo vecinal ha dibujado sobre el mapa, arrancando de la rotonda junto al puente del río Bayas, que da acceso al vial de penetración del polígono, cruzando tierras de cultivo hasta llegar a la puerta de entrada de Montefibre. Ahí se ha marcado otra rotonda a la que da continuidad una calzada ya existente, paralela a la Carretera de Logroño, pero por el interior del complejo de la antigua química-textil, y que llega hasta el final de los terrenos de TCM. Trazado que, en su momento, «según recordaban algunos trabajadores, ya se usó en ocasiones para dar entrada y salida a camiones cargados de madera». A partir de ahí, a través de otra rotonda, plantean continuar en línea recta el nuevo vial hasta entroncar a la mitad de la Avenida Brasil, ya en el polígono de Ircio.

Ese trazado, que alejaría el tráfico pesado de las viviendas y lo metería en una zona de carácter industrial, es de momento, sólo una idea sobre la que empezar a trabajar. Antes de nada habría que plantear técnicamente su desarrollo sobre un terreno que no es una superficie plana, a la misma cota, además de realizar un estudio arqueológico que prevenga cualquier afección a Deóbriga. Eso sin obviar la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que podría consumir hasta dos años; y la financiación, aunque consideran que además de contar con el dinero que se emplearía en hacer el tercer carril de la Carretera de Logroño se podría recurrir a fondos europeos

Además, por otro lado, piden que se mantenga informada a la asociación de vecinos de las propuestas tanto de infraestructuras viarias que se quieran acometer en la zona como de las actividades empresariales que se vayan a montar en los terrenos que antiguamente ocupaban Montefibre y Rottneros.

Les preocupa el ruido y la polución que se pueda generar con el tráfico y la actividad industrial en un entorno tan próximo al casco urbano. «Creemos que debe haber un equilibrio y una regulación para que no afecte a la convivencia de los vecinos», valoran desde la asociación; conscientes de que aunque ese entorno siempre ha sido industrial y las fábricas estaban antes que las casas, eso ya no es así. Por tanto quieren que su opinión se tenga en cuenta de cara a autorizar la instalación de nuevas empresas, para que la «reindustrialización sea acorde y respetuosa con el entorno».

De todos modos, aunque la circunvalación es el eje principal de su propuesta para frenar el impacto del tráfico en la zona de viviendas, el colectivo plantea otras medidas dirigidas a mitigar el ruido a lo largo de la Carretera de Logroño. Principalmente, piden que se instalen dos pantallas acústicas. Una a lo largo de los terrenos de TCM, en la parte más próxima a las viviendas, ya que «el sonido de las locomotoras con el silencio de la noche puede llegar a ser perturbador. El ruido es muy intenso y vibra todo»; y otra frente a la urbanización de El Lago. Un entorno en el que son conscientes de que el desvío con su propuesta actual les seguiría dejando en la misma situación.

Al mismo tiempo, plantean que se mantenga e incluso se mejore toda la pantalla verde que separa la Carretera de Logroño de la zona industrial de Rottneros y Montefibre y que se cree otra en la curva que hacen las viviendas a la altura de la rotonda de acceso a Ircio y el vial al polígono de Bayas.

«Creemos que hay que apelar a la sensatez y a la coherencia en pleno siglo XXI. Si queremos hacer una ciudad con anillos verdes, amables hacia el peatón y la bicicleta no tiene sentido que se esté pensando en hacer un carril más en la Carretera de Logroño», incidieron; a la vez que apelaban a la búsqueda de un consenso con las partes implicadas con las que quieren reunirse para explicarles su postura. Son conscientes de que plantean un proyecto de una magnitud importante, pero también de que al final, el resultado sería favorable para todos los ciudadanos.