Las obras de reparación del pavimento obligan a cerrar el tráfico en el casco histórico una semana

La reposición del pavimento en algunas zonas de la ciudad ya estaba previsto, pero la riada del pasado mes de enero y, especialmente las nevadas de febrero, han precipitado la necesidad de hacer reparaciones en muchas de las calles mirandesas.

Los trabajos para reparar los desperfectos comenzaron ya a primeros de marzo, pero han pasado más desapercibidos que las tareas que arrancaron ayer en algunas calles del casco viejo y la razón es obvia; en el caso de las obras que afectan a la parte antigua de la ciudad no sólo se percibe la presencia de operarios, sino que lo que no se ve son vehículos.

Las especiales características de las calles Real Aquende, La Fuente e Independencia, que son las que se están reparando de modo simultáneo, «el tipo de calzada que tenemos en esta zona nos obliga a cortar el tráfico, sobre todo porque el ancho de la calle no permite que se trabaje y se circule al mismo tiempo; sobre todo por cuestiones de seguridad para los operarios. Por eso tenemos que organizarlas de un modo distinto al que nos planteamos para otras zonas de la ciudad», apunta el concejal responsable del departamento de Obras, Gustavo Modino.

La imposibilidad de circular por ese lugar se va a prolongar hasta el próximo día 7 de abril. Van a ser por lo tanto varios los días en los que los conductores mirandeses tendrán que optar por recorridos alternativos para acceder a zonas como el hospital, o para regresar desde ese lugar a la ciudad. La opción pasa por recurrir a la Nacional 1.

Eliminar el tráfico de cualquier zona de la ciudad durante más de una semana supone, sin duda, un problema para los ciudadanos, así que desde el Ayuntamiento se ha apostado por estos días vacacionales de Semana Santa. «Lo hemos planificado así porque éstas son unas fechas en las que hay menos tráfico en el conjunto de la ciudad y, específicamente en esta zona».

Dado que los centros escolares permaneces cerrados son menos los desplazamientos que se efectúan para que los alumnos accedan hasta los colegios, así que «entendemos que las molestias, que siempre que hay obras se producen, en estos días serán menores para todos». También es constatable en estas fechas «un menor tráfico comercial y de empresas, así que creemos que es la mejor fecha».

Abundando en esta idea de minimizar las dificultades para los conductores se ha optado por acometer los trabajos de reparación de modo conjunto en las tres calles del casco viejo que más afectadas se han visto tanto por la riada como por las posteriores nevadas. Circunstancias extraordinarias que, sin duda, han contribuido a la hora de aumentar el habitual deterioro de esas vías urbanas.

Con el tráfico que tienen de modo habitual, «que no es poco, cada cierto tiempo se nos van soltando adoquines, se hacen algunos baches, y también se hunde alguna rejilla», recuerda Modino; así que con los últimos problemas meteorológicos la reparación se ha hecho ya imprescindible. «Hay cosas que ya teníamos previstas pero otras han surgido o han empeorado a cuenta de estos episodios, especialmente por las nevadas.

Una vez analizados los desperfectos en toda la zona se han llegado a detectar «alrededor de 54 puntos en los que teníamos que actuar».

Debe fraguar

Quienes sufren las molestias derivadas de las obras tienen siempre la sensación de que los trabajos se prolongan durante mucho tiempo. En el caso de las actuaciones que se están haciendo ya en las calles Independencia, Real Aquende y La Fuente, el plazo para que concluyan es el del día 7 de abril. El concejal de Obras explica que el motivo por el que se van a prolongar es porque «la peculiaridad de este suelo de granito, de adoquín, es que una vez que hacemos las reparaciones, sobre todo lo que es la parte de reposición de adoquín, es que tiene que fraguar correctamente porque si no, no se acaba de reparar bien».

De hecho lo que son los trabajos de reposición y colocación se van a llevar a cabo hasta el miércoles. El resto de días; hasta el 7 de abril, el cierre del tráfico será para que los adoquines asienten perfectamente.

Lógicamente por los lugares en los que se esté actuando los peatones tendrán que dar algún pequeño rodeo, pero su tránsito por las calles no se verá dificultado en ningún momento; menos aún a partir del próximo miércoles.

Así las cosas también se apunta por parte del edil responsable de Obras que los actos de la Semana Santa, y más concretamente las procesiones que saldrán desde la parroquia de Santa María y pasarán por la calle Real Aquende, no se verán para nada influidas por las labores de reposición de la calzada.

Desde el jueves ya no habrá maquinaria ni ningún tipo de elemento que pudiera dificultar el paso por las calles. «El cierre que mantendremos sólo afectará a los vehículos, así que, en principio, no tiene por qué haber ningún problema para que las procesiones del Viernes Santo se desarrollen con normalidad. El paso de los peatones no supone ningún inconveniente añadido para el fraguado correcto de los adoquines».

Dado que están las tres calles muy próximas se va a ir trabajando al unísono. No hay «un cronograma específico». Lo que sí está estipulado es que la empresa que realiza los trabajos debe «tenerlos terminados para el día 7».

Estas reparaciones van a suponer una inversión adicional en el capítulo de obras y en este caso el presupuesto con el que se cuenta para que las tres calles del casco histórico recobren su mejor aspecto es de algo más 15.000 euros, que se consignarán en la partida de arreglo de vías públicas.