Txikon inicia su ataque a cima pendiente de la meteorología y con otra expedición de sherpas
Un grupo de alpinistas nepalíes llegó este lunes al campo base para intentar hacer cima en 5 días y compartirá la ascensión con el equipo del alpinista vasco
Alex Txikon parte este martes hacia su sueño. La cumbre del Everest, en invierno y sin oxígeno. El vizcaíno y sus compañeros sherpas tienen previsto dejar el campo base a las cinco y media de la mañana. Su primer objetivo es el campo 2, en la base de la pared del Lhotse, a 6.400 metros de altitud. Una vez instalados en él tocará templar los ánimos, escudriñar el cielo y estudiar los partes meteorológicos que reciben para tomar una decisión, ya que las opciones no están, ni mucho menos, claras.
De momento, las informaciones más fiables se refieren a vientos en torno a 50 o 60 kilómetros por hora y una temperatura de unos 40 grados bajo cero. Son condiciones duras pero no nuevas para Alex y compañía. Soportables en todo caso para ellos. El problema es que algunos partes hablan de buen tiempo en altura hasta principios de marzo mientras otros indican tormentas en la zona alta de la montaña a partir del jueves.
En cualquier caso, se trata del ataque definitivo de Txikon al Everest esta temporada. No habrá más. Su permiso concluye el último día de febrero y aunque lo podría prorrogar ya que el invierno no termina hasta el 21 de marzo, su experiencia le dice que en este mes es inviable intentarlo por lo inestable de la meteorología y lo peligrosa que se pone la montaña por la subida de temperaturas.
La otra gran novedad es que el equipo de Alex no estará solo en la montaña. En las últimas 24 horas, el mundo del himalayismo se ha visto sacudido por la inesperada noticia de que un grupo de 4 sherpas de la agencia Seven Summits, la misma que ayudó a Nirmal Purja a subir los 14 ochomiles en siete meses, van a intentar hollar también el Everest en invierno en el tiempo récord de 5 días. Ayer mismo llegaron al CB en helicóptero y hoy se unirán al grupo del vizcaíno para hacer la intentona juntos.
La noticia corrió ayer como la pólvora por las redes sociales y la pregunta era cómo le ha podido sentar a Alex, que fue informado de ello hace apenas dos días, esta incorporación de última hora cuando ellos llevan un mes trabajando y equipando la montaña. «Ha sido un shock pero Alex lo ha tomado de forma positiva», explicaban desde su equipo.
«El Everest no es de nadie»
«Ellos son nepaleses y nosotros unos turistas más en su país. ¿Por qué todo el mundo piensa que se van a aprovechar de nuestro trabajo? ¿Y por qué no nosotros del de ellos? Claro que nosotros hemos trabajado duro, pero al igual que en 2016 en el Nanga Parbat dimos la oportunidad a Simone Moro y Tamara Lunger de acompañarnos, ahora haremos lo mismo. No soy quién para vetar a nadie, el Everest no es mío ni pertenece a nadie. Además trataremos de arreglarnos y colaborar, ya que un equipo más numeroso tiene más posibilidades», explicó ayer el propio Alex.
Por si esto era poco, y tras las bajas de Jonatan García y Oscar Cardo en las pasadas semanas, el propio equipo de Txikon se ha visto convulsionado en las últimas horas por las bajas de dos de sus tres compañeros sherpas. Pechhumbe arrastraba un fuerte catarro desde hace días que no mejoraba, mientras que Nurbu ha acusado el duro trabajo realizado y la dureza del Everest invernal y está agotado.
Al menos, en este caso la llegada de la otra expedición le ha beneficiado. En el mismo helicóptero llegaron ayer los sustitutos de Pechhumbe y Nurbu: Furba Sherpa y Cheppal Sherpa. Este último fue precisamente uno de los compañeros de ascensión de Alex en el Ama Dablam hace un mes. Aunque en su caso solo podrá apoyarles hasta el campo 2, «ya que seguramente haya perdido aclimatación», explicaba ayer el vizcaíno. El tercer compañero sherpa en este ataque a cima será Geljen Lama, que permanece junto a Txikon desde el inicio de la expedición.
Como estaba previsto, el intento de Alex será sin oxígeno artificial, mientras que los dos sherpas que le acompañan subirán botellas para utilizarlas, si lo creen conveniente, a partir de los ocho mil metros. «Es únicamente su decisión, aunque yo los animo a que lo intenten a pulmón, porque 'les sobra canto'», relataba el alpinista vasco.
«Si todo marcha bien, saldremos para arriba un equipo unido, primero, por la voluntad de sobrevivir y, segundo, por la esperanza de tener la oportunidad de realizar un ataque a cumbre. A partir de mañana veremos cómo funciona esta posible alianza», concluía el de Lemoa.