Txikon y su equipo siguen ganando metro a metro al Manaslu

Alex Txikon y su equipo mantienen una pelea constante con el Manaslu. Les está siendo mucho más complicado de lo esperado y cada metro ganado es una victoria. La nieve acumulada y el parte meteorológico cambiante están siendo un importante obstáculo, pero la realidad es que siguen ganando metros, aunque menos de los esperados. En estos momentos se encuentran descansando a 6.750 metros, si bien es cierto que parte del grupo ha conseguido equipar hasta algo más de altura. La idea de mañana es situar el campo 4 a 7.000 metros de altura, equipar la ruta hasta los 7.400, descansar y, si el tiempo acompaña y todo va bien, lanzarse a por la cumbre sobre las diez de la noche de este domingo.

Según las últimas informaciones, no se espera precipitación durante las mañanas del domingo y lunes y habrá viento en altura (unos 50 km/h por la mañana del domingo y que bajará progresivamente), aunque por las tardes de esos mismos días sí que habrá algo de precipitación, cuestión que preocupa al equipo. A la vista de las imprecisiones que han mostrado los últimos partes meteorológicos, habrá que esperar a comprobarlo en el momento.

Mientras tanto, el alpinista vasco y su equipo mantienen intactas la moral y el ánimo. Alex por radio informada por la radio: «Nos encontramos bien. Según lo que decís, si no nieva demasiado y el viento no supera lo que dice la predicción, podríamos tener un par de días para seguir trabajando». Este domingo será un día determinante ya que si el tiempo acompaña y logran los ambiciosos objetivos marcados para la jornada dominical, durante la madrugada del domingo al lunes lanzarían el ataque a cumbre.

Está siendo una dura pelea con la montaña, en la que el grupo avanza muy lentamente, pero el hecho es que siguen superando metros. Alex Txikon era perfectamente consciente de que la montaña les iba a poner a prueba y vaya si lo está haciendo. El esfuerzo está siendo titánico, descomunal, pero el alpinista vasco repite por radio que están «bien».

Así lo corroboraba Iñaki Álvarez, quien se encuentra mejor del cansancio acumulado en su cuarto día de trabajo por encima de los seis mil metros de altitud. «Si el tiempo no nos obliga a bajar, la idea es intentarlo mañana por la noche. Es fundamental que nos acompañéis por radio en la subida y nos mantengáis informados. Estamos dentro del saco, hace frío pero no tanto viento. Seguimos en contacto», le decía por radio a Eneko Garamendi, cocinero de la expedición y gran amigo de Txikon.

Mientras tanto, Simone Moro, compañero de cordada del alpinista vasco, sigue en el campamento base. Aguarda tanto la evolución de la meteorología como a las decisiones de sus compañeros dos mil metros más arriba. De acuerdo a ambos parámetros tomará una decisión en las próximas horas. Mientras tanto, la pelea de los alpinistas con la montaña sigue adelante, lo que no es poco dadas las circunstancias.