Alex Txikon inicia el ataque a la cumbre del Manaslu con un acto de fe

«Uno nunca sabe lo que se puede encontrar. Pero hemos venido a esto. Ha llegado el momento de intentarlo. Estamos fuertes, muy motivados y hemos cumplido con todos los objetivos que teníamos marcados antes de realizar el intento de ascensión hasta la cumbre. Necesitaremos dar lo mejor de nosotros mismos y estar concentradísimos. La montaña nos pondrá a prueba física y mentalmente y tenemos que estar preparados. Va a ser durísimo pero estamos listos». Con este ánimo ha partido hoy Alex Txikon hacia la cima del Manaslu. Y a buen seguro que lo ha necesitado, porque lo que han encontrado en este primer día de ascensión los alpinistas es como para desanimar al más optimista: nieve, frío y viento.

Es lo que tienen los tiempos modernos del himalayismo: confianza ciega en los partes meteorológicos, lo que implica que si para el fin de semana dan condiciones de cumbre, hay que salir tres o cuatro días antes del campo base sean cual sean las condiciones. Un verdadero acto de fe en las previsiones meteorológicas Y las de hoy han sido verdaderamente invernales. Tanto que pese a que Iñaki Álvarez, Kalden Sherpa y Namja Sherpa se adelantaron ayer para abrir huella, Alex Txikon, Chhepal Sherpa y Gelum Sherpa la han tenido que abrir hoy de nuevo ante la nieve caída y el viento que ha arreciado en las últimas 24 horas.

Simone Moro, por su parte ha preferido quedarse en el campo base y descansar un día más para, mañana, ascender directamente hasta el campo 2 (6.600 m). «El equipo ha iniciado hoy la rotación del ataque a cumbre», explicaba esta mañana en su cuenta de Instagram. «Yo la comenzaré 24 horas más tarde para subir directamente al campo 2 y reunirme con ellos. Menos noches en la montaña significa más energías ahorradas para mí», explicaba para justificar su táctica.

Una vez alcanzado el campo 1 (5.850 m), el frío tampoco les ha dado tregua. Una vez instalados, el alpinista vasco explicaba a sus compañeros del campo base que estaban a 22º bajo cero… Y todavía no había anochecido, así que les esperaba una noche 'fresquita' allí arriba. En el campamento se ha encontrado con Iñaki y los dos sherpas, a los que el cansancio acumulado ayer tras tener que abrir huella hasta la cintura en algunos puntos les ha impedido cumplir con el plan previsto para hoy: continuar hacia el campo 2 y, si no llegar hasta él, al menos abrir de nuevo huella en un tramo por encima del C-1.

Pero ni estos problemas ni los padecidos en los últimos días hacen mella en la moral del escalador de Lemoa. «Es cierto que hemos tenido complicaciones, como el fuerte viento que azotó el domingo el CB y que nos llevó a volver a montar algunas de las tiendas, o la enorme rimaya que se nos cruzó entre el C1 y C2 y que nos obligó a cambiar de ruta, teniendo que equipar una ruta de ascensión inédita, pero parece que ahora sí, tenemos una oportunidad», afirma Txikon.

De hecho, el mal tiempo que ha sufrido hoy no le ha pillado desprevenido al de Lemoa. Antes de partir esta mañana del campo base ya vaticinaba que «es probable que nieve algo a lo largo del día de hoy, pero no esperamos gran cosa. Lo que sí nos preocupa más son las rachas de viento, que pueden ser relativamente fuertes. Veremos cómo se desarrollan». No obstante, Txikon confía en que todo cambie en las próximas horas. «Mañana creemos que se abrirá una ventana de buen tiempo. Es la oportunidad que esperábamos. Baja el viento en altitud y se mantienen razonablemente bajos hasta el domingo, fundamental para intentar cima».

No obstante, tampoco será una ventana todo lo nítida que le gustaría, pero esto es el invierno y hay que conformarse con lo que el Manaslu les ofrece. «El domingo soplará viento del oeste y se estará muy expuesto a él por encima de 7000 metros», explica. Tampoco «serán días limpios de nubes, ya que desde el viernes puede desarrollarse algo de nubosidad de evolución, pero no se espera una precipitación relevante. Eso sí, la madrugada del jueves hará mucho frío pero esperamos que la temperatura se recupere a partir del viernes».

A partir del lunes, 15 de febrero, el tiempo se complicará, y no les puede pillar allí arriba. «Si podemos hablar de oportunidad esta es, sin duda, una de ellas. Lo vamos a intentar. Siempre con el máximo respeto por la montaña y tratando de asegurar cada paso al máximo. Hemos vivido demasiadas desgracias a lo largo de estas semanas. Hemos pasado por momentos muy complicados en los que algunos amigos y compañeros han perdido la vida. Este deporte, por desgracia, es así. Te lo da todo, pero también te lo puede arrebatar en un segundo. Intentaremos hacer cumbre y, si lo conseguimos, se lo dedicaremos a todos los que nos han dejado. Es nuestro momento de intentarlo», finaliza Txikon.