"San Mateo, el Adarraga y la pelota van unidos; no importa qué pelotari esté"

Augusto Ibáñez, Titín III, lleva la pelota en sus venas. El 13 de septiembre cumplió veintidós años como profesional. Casi toda una vida pelotazale a la que pondrá fin el 5 de octubre en un festival que se prevé cargado de emoción. No faltará, sin embargo, a la cita del Torneo de San Mateo. Hoy debuta en la feria, acompañado por Merino II. Será la mejor oportunidad para que su casa, el Adarraga, y su afición le despida con honores. Pondrá el punto y final a una carrera en un torneo que él califica como «el mejor del mundo».

-Todo el mundo dice que las fiestas de San Mateo no se conciben sin la pelota, pero ¿tampoco se conciben sin Titín?

-No. Sin pelota. Yo me quedo con eso. Las fiestas de San Mateo no se conciben sin el Adarraga y su torneo. Es el mejor del mundo y no es porque lo digamos nosotros. San Mateo, pelota y Adarraga van unidos, pero independientemente de los pelotaris que hayamos estado, estemos ahora o vayan a estar. El torneo de San Mateo lleva muchos años disputándose, creándose el ambiente que se prepara y siendo el torneo referente del verano. Por el hecho de que haya estado yo o porque ya no vaya a estar más años no significa que no vaya a seguir con igual fuerza e importancia.

-¿Se ha perdido algún torneo de San Mateo?

-Me perdí uno en mi primer o segundo año de profesional. Había jugado un festival en Cenicero, a principios de septiembre, me lesioné en el hombro y no pude jugar. Los demás los he disfrutado todos.

-Este año, por ser el último, ¿encara el torneo con más ganas o todos los años son iguales?

-Por ser el último año como profesional, es más especial. No obstante, lo voy a vivir como estos años atrás. Participo en el torneo de pelota y es mi profesión y hasta el 5 de octubre seguiré en las canchas. Y todos los torneos, todos los festivales hay que prepararlos muy bien. Quiero estar lo mejor posible. Pero me gusta también disfrutar de las fiestas de San Mateo. Espero que éste me dé tiempo a disfrutarlo de otra forma. Estoy intentando disfrutar de lo que pueda, pero pensando también en el torneo de pelota.

-¿Qué está haciendo estas fiestas de San Mateo?

-Disfrutar un poco de todo lo que puedo, de las fiestas, del cohete. Como estos tres primeros días no tenía que jugar he podido asistir a alguna corrida. Estoy intentando aprovecharlos al máximo. No he faltado al pisado de la uva. Poder disfrutar de sábado, domingo y lunes ha sido sensacional. Ayer martes ya descansé para preparar el torneo.

-¿Qué no se pierde de los 'sanmateos'?

-Desde que soy concejal, vivo las fiestas un poco más desde dentro y me encantan. Antes siempre intentaba ir, por ejemplo, a la corrida de rejones, cuando toreaba Hermoso de Mendoza; algún año había podido ir al pisado de la uva, al chupinazo. También a las carrozas. En definitiva, intentaba ir a lo que podía, porque con mis obligaciones no se puede estar en todo. Nunca antes había ido a las degustaciones, y ahora que soy concejal he tenido que ir a algunas y he sido testigo de cómo, desde las once de la mañana, las preparan las peñas de Logroño. Es digno de admirar. Pero lo que nunca me he perdido ha sido la pelota.

-Y de niño, ¿venía a Logroño?

-Si bajaba de niño era a las carrozas. Teníamos una peña en Tricio y un año se hizo un caracol como carroza y bajamos con ella. Desde que soy chaval jugaba torneos los fines de semana y entre semana teníamos colegio; no podía venir a diario.

-¿Titín es más de degustaciones, de calle Laurel o de restaurante?

-Procuro ir cada día a un sitio distinto; me gusta disfrutar cada día de una cosa diferente. Alguna mañana ir de degustaciones; otro día, por ejemplo, ir a Laurel y a los toros. Pero hay días en los que me apetece vivir la fiesta algo más tranquilo y salgo a cenar con la familia o los amigos y luego a tomar una copa. Dentro del tiempo que tengo, me gusta poder ir al máximo de actos.

-¿Cuál es el acto que nunca debería faltar en San Mateo?

-Evidentemente digo la pelota (bromea). Está claro que como indispensable para el inicio de las fiestas es el disparo del cohete. Llevo muchos años en Logroño y me siento un logroñés más; como riojano, me quedo con el pisado de la uva, uno de los actos institucionales.

-Y a Titín o a Augusto, ¿le sobra algo de las fiestas de San Mateo?

-Yo cada año añadiría algo más. Cada corporación procura buscar actos dirigidos a todos los públicos. Lo que se persigue es que sean lo más completas y atractivas para todos los riojanos, para todos los logroñeses y para toda la gente que viene de fuera. Seríamos tontos si quitásemos o suspendiéramos algo porque le venga en gana a quien esté en ese momento en el Ayuntamiento. Las fiestas de San Mateo son de todos los logroñeses y de todos los riojanos.

-Por cierto, ahora ¿cómo hay que llamarle, Augusto o Titín?

-Estoy acostumbrado a que me llamen Titín y si me siguen llamando así contestaré igual. Está claro que se me conoce más por Titín que por Augusto. Tú dices Augusto e igual no me conocen.