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Igor Aizpuru
Fiestas de Vitoria | La Blanca 2023

Maestros de la fiesta

Blusas y neskas veteranos dan una lección durante una intensa jornada en la que no han faltado la misa y el paseíllo

Martes, 8 de agosto 2023, 11:16

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Claro ejemplo de vitalidad y alegría. Los blusas y neskas veteranos han tomado este martes el testigo en La Blanca demostrando un año más que la fiesta no entiende de edad. Por unas horas no existen los dolores y la única preocupación es disfrutar al máximo. La maratoniana jornada comenzó temprano con la misa a las 9.00 horas en la iglesia de San Miguel oficiada por Juan Carlos Aguillo, que tras más de dos décadas se despedirá como párroco en los próximos meses.

Mari Carmen Cuesta fue la encargada de realizar la ofrenda floral a la patrona y dedicarle unas palabras desde lo alto de la escalera tras ascender con asombrosa agilidad. «Virgen Blanca qué guapa eres, Vitoria te quiere, Gasteiz te adora, tú serás siempre nuestra redentora», recitó ante la ovación de los presentes. No podía faltar el aurresku de honor ejecutado de manera magistral por Ofelia González de Aspuru, que este 2023 ha sido homenajeada por la cuadrilla de veteranos como agradecimiento a 14 años bailando el aurresku. «Es todo un honor. Espero llegar a las bodas de plata» confesó emocionada Ofelia, que prometió colocar la figura de Celedón con la que fue obsequiada «en el mejor lugar de mi casa». Le acompañaron dos de sus nietas en un momento tan emocionante, que quiso dedicar al desaparecido Josu Izarra. «Siempre estaba aquí sacándonos fotos, él también es parte de todo esto», afirmó.

Foto de familia de los veteranos en las escalinatas de San Miguel. Igor Aizpuru

Y de la ofrenda a la foto de familia en la escalinata de San Miguel y turno para los primeros bailables del día al ritmo de la fanfarre Kirrinka. «Hoy soy blusa veterano y eso me llena el corazón. Es un día de alegría total en el que nos juntamos muchos conocidos», aseguraba Ricardo Gordo, que cuenta 72 primaveras y fue uno de los fundadores de los Biznietos de Celedón. Desde que se jubiló como funcionario del Ayuntamiento forma parte de la cuadrilla más experimentada de la ciudad.

«Lo vivimos con mucha ilusión. A lo largo de todo el año vamos cogiendo fuerzas para la jornada de hoy, es muy especial», aseguraba José Antonio Cristóbal, que sujetaba en alto un cartel en recuerdo de Esther Espinosa y Celestino González, dos históricos fallecidos en los últimos meses. Del brazo de su compañera Gabi, Cristóbal lucía la blusa de Los Tímidos, una agrupación ya desaparecida pero que le convirtió en un experto en esto de las fiestas. A su lado, Paquita Pedrosa mostraba orgullosa todos los pines de la cuadrilla de veteranos que luce en la solapa de su chaleco. «De aquí nos iremos a tomar unas cervecitas y a comer el txoripan, ¡a ver cómo aguantan las piernas para la tarde!», compartía sonriente.

Neskas veteranas durante el paseíllo.

Pero no todo fue alegría, un pequeño incidente tenía preocupados a los veteranos desde primera hora. «El trenecillo tuvo ayer una avería y estaban intentando arreglarlo a tiempo, buscando una pieza. Esperamos que esté listo», compartían con cierta preocupación. Sí, llegó, y justo a tiempo para el almuerzo a base de txoripan cortesía de Artepan.

Además de llenar el estómago, durante el almuerzo también hubo tiempo para más danzas y bromas. También para conocerse, porque en la cuadrilla de veteranos también hay novatos. Novatas en este caso, Ana Larrimbe e Izaskun García, que se estrenan en la cuadrilla con más solera de la capital alavesa este 2023. «Cuando cumplí los 60 me puse a llevar a cabo deseos que tenía pendientes y este era uno de ellos, lo he cumplido con 67. Yo no soy muy juerguista, pero hoy estoy irreconocible», compartía Ana. «De aquí seremos de las más jóvenes, pero a ver mañana cómo nos levantamos porque no estamos acostumbradas a este tute...», bromeaban las dos primerizas.

Ni el asfixiante calor de la tarde –más de 30 grados a la sombra– rebajó los ánimos durante el paseíllo. «A una edad ya perdemos sensibilidad... y no sentimos tanto el calor», explicaba José Luis Gayarre después de recitar el menú que habían degustado durante la comida para reponer fuerzas: morcilla asada con alegrías, jamón, ensalada completa, carrilleras, bacalao, tarta helada y chupitos al gusto. «Yo me he tomado dos porque eran muy pequeños. El día va genial, esto es una auténtica gozada», deslizaba Carmen Vicente mientras disparaba pompas de jabón con una pistola de juguete a sus compañeras.

Ellos y ellas, referentes, fueron los encargados de abrir la kalejira desde el inicio de la calle Dato ante los aplausos de los valientes que a las cinco de la tarde se animaron a sentarse en una terraza. «¡Qué envidia! Ojalá llegar así a esa edad!», comentaba una joven pareja apostada en las mesas del Círculo Vitoriano. El remate al intenso día lo pusieron cantando el 'Agur Jaunak' a la patrona. «Hasta el año que viene, no faltéis que pasamos lista, cuidaos», se despidieron estos auténticos maestros de la fiesta.

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