En la cuadrilla como en familia

Después de unos primeros bailes con la charanga tocaba almorzar en la lonja de Batasuna. Toda una experiencia para quien lo vive por primera vez. «Nos han puesto lomo con pimientos, bacon y chistorra», enumeraba la joven. Vamos, que hambre los miembros de esta cuadrilla no van a pasar. Y después de cargar pilas tocaba foto de grupo, en su caso en las escaleras de la Catedral Nueva. «Yo soy Batasuna, ¡y tú no! ¡y tú no!», coreaban los presentes antes de que el fotógrafo inmortalizase la tan esperada escena.

Instantes después del momento foto de familia -numerosa y mucho por cierto, porque son 350 socios- se acercó a saludar a Vanesa Jon Barredo. Es gracias a él, un buen amigo, a quien entró en la cuadrilla. «Sí, sí yo le dije que era la mejor. Somos como muy de pueblo, buena gente», ríe Jon ante el asentimiento de las neskas novatas. Ayer llevaban con ellos dos imponentes bueyes, pero es que hace años también eran burros, ponis y gallinas. «¡Y en el día del guarro cerdos!».

Compañeros como Jon y muchos otros son los que les están haciendo tan fácil esta primera vez a nuestra neska y a sus dos amigas. «El ambiente es genial, nos han recibido súper bien y hemos visto que te acogen con los brazos abiertos», comparten Leire y Leyre, las tocayas amigas de Vanesa. Tras el posado en la Catedral tocaba la ofrenda floral a la Virgen Blanca y el aurresku de honor, uno de los actos más multitudinarios. Antes de comer, Vanesa ya empezaba a vivir en primera persona las dificultades de ser neska. «Estamos pasando mucho calor», confesaba, y eso que el mercurio no alcanzó ayer los 30 grados. Eso sí, el traje, las medias y las abarcas, impecables en su estreno.

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