Valencia, paella y mucho más
La comunidad valenciana atrae al turismo vasco por sus playas, pero también por su gastronomía. Talleres de paella, paseos entre naranjos y degustación de horchata son actividades que nos ayudan a descubrir su riqueza
¿Por qué 345.000 vascos hicieron turismo el año pasado en la Comunidad Valenciana? La respuesta evidente sería: por sus sol y playas. Hay mucho de cierto en esto, pero esa zona del Levante español no se resigna a ser sólo un lugar donde plantar la sombrilla.
Por eso Creaturisme –el programa de Turisme Comunitat Valenciana para el desarrollo e impulso de experiencias– invita a descubrir las posibilidades que ofrece el territorio en cuanto a cultura, historia, deporte y, por supuesto, gastronomía.
Actividades con las que descubrir los secretos de la sacrosanta paella, las no menos típicas naranjas, o esa curiosa planta herbácea que atiende al nombre de chufa. Y haciéndolo desde su origen, en la huerta valenciana, lo que normalmente significa abandonar por unos momentos el cálido manto de la costa y adentrase un poco en el interior. Estas son algunas de las propuestas.
Visita a la huerta y taller de paellas
Un valenciano de pro te dejará siempre bien claro que la verdadera paella es la que lleva productos de la huerta valenciana. Y qué mejor plan que visitar una de ellas para ahondar en los secretos del más popular producto gastronómico de la Comunidad Valenciana.
La experiencia comienza con una visita guiada al Jardín Mediterráneo de plantas autóctonas –para conocer los aperos de labranza tradicionales que usaban los agricultores de la zona– y sigue en un huerto orgánico, donde se explicarán los distintos cultivos y se recolectarán los productos de temporada utilizados en las paellas y ensaladas.
Mientras se toma un aperitivo típico de la huerta comienza el taller de paellas, donde un cocinero explicará paso a paso el proceso de cocción a leña de una paella. Al final, claro, habrá que comerla, acompañada de una buena ensalada. Y de remate, una degustación de postres típicos y coca Cristina con mistela.
Eso sí, las visitas son exclusivas para grupos a partir de 15 personas.
Dirección: Josep Renau, nº 44. 46016, Borbotó, Valencia. Grupo: mínimo entre 15/20 adultos. Reservas: https://descubrelhorta.com/.
Un paseo entre naranjos
A 35 kilómetros de Valencia se ubica Huerto Ribera, en el municipio de Carcaixent, proclamada cuna de la naranja valenciana. La experiencia invita a caminar entre jardines y campos de naranjos, «aprendiendo sobre el cultivo de cítricos, su historia, variedades, poda, injertos, floración, etc.».
Después llega el momento de recolectar el fruto, entrar en el almacén para calibrar y seleccionarlo. La visita termina con una degustación de productos artesanales relacionados con la naranja.
Dirección: Polígono N53 ,5, 46740 Carcaixent (Valencia). Al lado del instituto. Reservas: https://www.huertoribera.com/ y reservas@huertoribera.com. Duración y precio: De lunes a domingo, dos horas aproximadamente. El precio es de 65 euros para grupos de hasta 4 personas. A partir de la quinta persona, suplemento de 15 €.
La horchata que viene de la chufa
La chufa se extrae en la huerta del norte de Valencia y es la materia prima con la que se elabora la popular horchata valenciana. Hay una ruta que transita ese camino, el que va parte de ese pequeño tubérculo con tamaño y aspecto de avellana hasta ese refresco natural tan apreciado por los valencianos.
La visita permite conocer todo ese ciclo, «desde que se planta, recorriendo los campos de chufas, hasta su secado, visitando un auténtico secadero de chufas y el museo de la huerta de Almàssera». Incluye, como no, una degustación y una muestra de cómo se elabora la horchata artesana.
Reservas: https://www.hortaviva.net/en-la-huerta/de-la-chufa-a-la-horchata/. Número visitantes: Para grupos de hasta 50 personas durante todo el año. Precio: 12 euros por persona.