Chuletas y atún rojo en un restaurante de un polígono industrial vizcaíno

Si algo identifica al restaurante Hodei de Basauri es la sorpresa y la pasión. Casi a partes iguales. Provoca asombro en todo aquel que cruza su puerta y, tras sentarse a la mesa, logra desatar la admiración. «Nosotros hemos crecido entre fogones. Nuestro aita era mayorista de carne y abrió el Hodei en el 2001. Nos gusta mucho lo que hacemos y sobre todo ver disfrutar a aquellos que nos visitan. Podemos presumir de tener un trabajo súper agradecido. La gente viene y se sorprende de los platos porque al estar en un polígono industrial esperan otra cosa», resumen los hermanos Aingeru y Pili Rebolleda.

Únicamente ofrecen productos de gran calidad en su carta, «auténticos» y de temporada. No hay posibilidad de menú. Al Hodei es cierto que se le conoce por sus chuletas. El cliente puede elegir hasta tres tipos diferentes, en función de la grasa infiltrada que posee, pero su oferta está llena de manjares. «Ahora estamos trabajando mucho con atún rojo de Almadraba auténtico, un producto difícil de conseguir y que compramos en origen», explican.

«Hacemos una cocina tradicional, pero con un toque especial, con salsas que gustan mucho, por ejemplo, la de chipirones a la plancha, que es muy conocida y nos la piden para llevar», añaden.

El postre, como todo en su mesas, está igual de cuidado. Destaca la piña caramelizada con crema pastelera natural con zumo de frutas y flambeada en la mesa. «Cualquier persona que viene la primera vez tiene que probarlo», reconocen. Es incluso el postre estrella en las casas basauritarras en fechas señaladas como Nochebuena y Nochevieja. «Nos piden 200 cada día para llevar», subrayan emocionados.

Los clientes –no es raro toparse con gente famosa– se dejan llevar. La mayoría ni abren la carta, «nos preguntan qué les podemos ofrecer, así que puedes comer un bogavante, unos mejillones con tomate casero... lo que haya».

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