Las añoradas hamburguesas de Bilbao que costaban 120 pesetas
El Munich, pionero de la hamburguesa en Deusto, encara una nueva etapa con la próxima jubilación de José Gabriel Alonso tras casi 45 años de trayectoria
Según el cartel que preside el local, una hamburguesa cuesta 120 pesetas, una ración de patatas fritas, 90, y un perrito caliente no pasa de 80. Son precios de hace cuarenta años, cuando la hamburguesería Munich era una novedad en Deusto, regentada por un chaval de melenas que no tardó en hacerse con el cariño del barrio. Hoy José Gabriel Alonso peina canas y está a punto de disfrutar de una merecida jubilación, tras una vida dedicada a alimentar las juergas de la vecindad. Pero tranquilos, porque el Munich seguirá abierto en manos de alguien del equipo.
En un momento en el que parece que las únicas novedades en la hostelería –de Deusto y de muchas otras zonas– son hamburgueserías de nuevo cuño, con luces de neón y nombres canallitas, merece la pena recordar a los pioneros de la burger en Bilbao. Garitos como este Munich, el Florida en Campuzano o el primer Boys en Hurtado de Amézaga –junto a otros tantos hoy desaparecidos– impulsaron la primera ola de esta fiebre que a algunos les parece innovadora pero tiene más de cuatro décadas.
Alemana, Holandesa y Acaballo
Bien es cierto que las hamburguesas de entonces poco tienen que ver con el derroche de ingredientes suntuarios y salsas estrambóticas que hoy asociamos al popular emparedado yanqui. Entonces la mayoría de establecimientos ofrecían un repertorio muy parecido, donde además del filete entre pan y pan de verdad –nada de brioches– había lechuga, tomate, cebolla, mahonesa, queso, bacón, jamón de york y ocasionalmente un huevo frito.
En la carta del Munich aún figuran aquellos clásicos ochenteros, Alemana, Holandesa y Acaballo, amén de una receta con el nombre de la casa que, como se pueden imaginar, lo lleva todo. La fama de la burger ha arrinconado a otras preparaciones, pero Alonso sigue ofreciendo un buen puñado de bocadillos hechos al momento –ternera, lomo, bacon o tortillas variadas– y un capítulo de sandwiches en el que merece la pena detenerse. El Atómico –york, lechuga, tomate, mahonesa, queso, espárragos, cebolla y huevo frito– hace honor a su nombre, acuñado en la era espacial, cuando parecía que en 2025 viajaríamos en coches voladores y naves espaciales.
Esa inocencia propia de los 80, cuando el futuro aún parecía idílico, se deja sentir en el Munich, un artefacto para nostálgicos decorado con peluches de las estrellas infantiles de entonces –Pipi Calzaslargas, los Pitufos o Epi y Blas–, fotos de cientos de clientes que han pasado por allí en estos años y canciones de ayer, de hoy y de siempre sonando en la radio. Un envoltorio que invita a saborear de nuevo aquella época feliz en la que las hamburguesas costaban poco más de cien pelas.
Historia viva de Deusto
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Hoy la gran mayoría de las hamburgueserías que abren en Bilbao son hijas de alguna franquicia con posibles, capaz de abrirse camino en los mejores locales de la villa a golpe de talonario. El Munich es, sin embargo, un pequeño negocio familiar, ubicado en lo que hasta hace medio siglo era una degustación. Fue entonces cuando José Alonso, que estudiaba en la escuela de idiomas, «pero pasaba más tiempo fuera que dentro de clase», le echó el ojo al local. Lo ha regentado junto a su mujer, Agus Manrique, durante casi medio siglo en el que se ha convertido en uno de los sitios más queridos de Deusto.
Munich (Bilbao)
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Dirección: Madariaga, 3. Teléfono: 944762490 Instagram @hamburgueseria_munich
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Hamburguesas: 8 - 10,50 € Bocadillos: 4,70 - 10,50 € Sandwiches: 4,80 - 10 € Perritos: 3,60 - 5,70 €
