¿Por qué es tan bueno tomar el zumo del limón?
Es una fruta sana como pocas, pero que nadie espere milagros por beberse un vaso de agua con zumo de limón en ayunas
Jesús Lens
Miércoles, 7 de agosto 2024
El limón es originario de la India y los Himalayas, pero forma parte de la cultura gastronómica europea desde hace siglos: los griegos ya lo prescribían como medicina y su imagen aparece en los pavimentos de Pompeya congelados en el tiempo.
Cada vez se ve en más sitios. Un gran recipiente de vidrio lleno de agua y luminosos trozos amarillos de limón flotando por ahí. Un trago es refrescante, es sano y en las recepciones de los hoteles sienta de maravilla (o no, dependiendo del país y del agua) cuando se llega después de un viaje agitado y movido. Pero que nadie espere milagros ni, desde luego, se piense que un vaso de agua con zumo de limón exprimido tomado en ayunas puede sustituir a una medicina prescrita por un facultativo.
El limón es una fruta de las consideradas históricamente curativas y tiene muchas propiedades. Por ejemplo, estimula el hígado y ayuda a eliminar toxinas. De ahí lo del 'truco' antes señalado. Pero permítannos que insistamos: los milagros, ni en Lourdes. Lo que sí hace es ayudar al intestino a eliminar restos, por lo que sienta bien en las digestiones de comidas copiosas. De ahí el éxito del limoncello en la cultura gastronómica italiana y cada vez en la de más países. Servido muy frío, realza el sabor del limón. Además, también contribuye a disolver los cálculos y las piedras que algunos riñones se empeñan en esculpir.
Ciclista
Gracias a su notable aporte en vitamina C y a los flavonoides, el limón es un gran aliado del sistema inmunológico y previene enfermedades respiratorias. Además, regula el ph del cuerpo, colaborando a alcalinizarlo, lo que contrarresta los efectos negativos de las carnes rojas además de aportar energía. Y gracias al potasio que tiene, algo más de 100 mg por cada limón, se ven favorecidos tanto el sistema nervioso como el cerebro.
Aunque la vida no te dé limones, es fácil ir a la frutería, comprarlos y exprimirlos para hacer limonada, uno de esos placeres sencillos que, en el momento oportuno, es capaz de arrancarte lágrimas de gusto y placer. Ojo con el azúcar, eso sí. Para que den más zumo, mejor sacarlos con tiempo del frigorífico. Después de hacer deporte, la cerveza con limón hidrata, repone y refresca como una isotónica canalla. De hecho, la famosa Radler significa 'ciclista' en alemán y se inventó precisamente para refrescar a los ciclistas germanos de una popular ruta bávara.
Lemon pie y otros usos
El lemon pie está de moda y resulta muy apetecible después de una comilona, que ya dijimos que el limón es digestivo. En Murcia preparan los paparajotes con las hojas tiernas de limonero, pero ojo con morderlas: la clave está en la esencia que transmiten. Y no tengan empacho en echar limón a pescados o arroces: sirve para dar más profundidad al sabor del producto original, por mucho que los conspiranoicos piensen que se trata de enmascarar pescado o marisco en mal estado o, al menos, cuestionable.