Pitahaya, la fruta que llegó del desierto
También conocida como 'fruta del dragón', es un alimento nacido de un cactus con mucho futuro porque su cultivo necesita poca agua
La forma y los colores de la pitahaya evocan la selva tropical, pero es pura ilusión, pues es el fruto de un cactus del género ... botánico Hylocereus y debe su creciente prestigio a que como cultivo apenas gasta agua. Aunque verán a menudo su nombre escrito sin la h intercalada, en México, de donde proviene, existe una fruta parecida y procedente de otro cactus que se llama pitaya. En Europa, el Stenocereus queretaroensis o pitayo es una planta de jardín, como lo era la familia de la pitahaya cuando Vietnam se convirtió en colonia francesa en el último cuarto del siglo XIX.
Estos cactus dan algunas de las flores más hermosas y espectaculares del mundo, pero solo se abren de noche y son muy efímeras. La población nativa encontró más provechoso el fruto de aquellas plantas ornamentales, y Vietnam terminó siendo el mayor exportador del mundo de la que llamaron 'la fruta del dragón'.
Los vietnamitas la convirtieron en una fruta global, pero no fueron ni mucho menos los primeros en comer pitahaya. En 1571, Francisco Hernández de Toledo inició su recorrido por México, enviado por el rey Felipe II para inventariar plantas comestibles y medicinales. Hernández nombró la pitahaya entre las «siete especies de tunas» que los mexicanos usaban y alabó su jugo para aliviar dolencias digestivas y fiebres.
No es la más sabrosa de las frutas, pero tiene un sabor fresco y agradable y es un tesoro nutricional, ligero y rico en fibra prebiótica, mucílagos, vitamina C y B y minerales. Ya se cultiva en España, así que desde ahora hasta diciembre puede disfrutar de pitahaya de cercanía. Delyzzium es una pequeña empresa agrícola especializada en pitaya de la Axarquía malagueña. Cultivan y venden online cinco variedades distintas, y también asesoran a productores interesados en trabajarla.
Un prodigio saludable
El botánico Hernández de Toledo enumeró en sus crónicas sobre los alimentos de Nueva España, numerosos usos medicinales de la pitahaya. No exageraba. Estudios actuales certifican sus cualidades como antioxidantes, antiinflamatorias, antianémicas, ligeramente laxantes e incluso reductoras del azúcar en sangre. Cualidades que se preservan mejor en la fruta de temporada. Ahora empieza a recolectarse la que se cultiva en diversas zonas de Andalucía, la Comunidad Valenciana y Extremadura.
En España se cultivan distintas variedades de pitahaya. Hay una amarilla, pero la mayoría es de color fucsia y verde en el exterior, y lo que cambia es el color de la pulpa. La pitahaya amarilla y algunas fucsia tienen pulpa blanca, y otras de color púrpura intenso por la gran profusión de antocianinas antioxidantes. La pulpa es jugosa, blanda y consistente a la vez, y está llena de diminutas semillas agradables de masticar y ricas en ácidos grasos saludables. Para disfrutarla basta abrir en dos y comer a cucharadas. Si se sirve muy fría es un agradable sustituto del helado.
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