Borrar
Paellas en Azkorri, año 1962. Daniel Zubimendi (Getxo Iruditan)

66 años de paellas en Getxo

El concurso arrocero nació el 25 de julio de 1956 y puede que no sea el más profesional, pero sí el más antiguo

Miércoles, 11 de agosto 2021, 02:08

Comenta

Las paellas son para el verano. Para acompañarlas de cerveza fría, melón ídem y pegarse luego una siesta de aquí te espero; para hacerlas al sol y al aire, quemándote un poco el cogote y teniendo un plan B en la nevera de cámping, por si el socarrao se tuesta demasiado o el arroz queda duro como la pata de un santo. «En casa siempre me sale bien», se dice. «Es que el fuego de leña es muy difícil de controlar», añade otro. Y todos tan contentos, porque si en el deporte lo que importa es participar en la paella veraniega lo fundamental es disfrutar del proceso. Si queda buena tanto mejor, pero la excelencia no es el objetivo principal a batir. Al menos no lo era cuando yo calzaba aún cangrejeras y menos de un 40 de pie, en aquellos tiempos en los que las excursiones familiares se reducían a remojarse en un río de montaña, coger sapaburus y preparar junto a la orilla una paella que sabía a gloria dominguera.

Intuyo que las miles de personas que suspiran por que el Concurso Internacional de Paellas de Getxo vuelva a las campas de Aixerrota añoran precisamente el espíritu festivo y risueño, casi hasta anticompetitivo, de esas viejas cuchipandas. Fue así como precisamente como nació en la mente de Damián, Txirri y Félix, tres amigos getxotarras aburridos de la solemnidad con la que el régimen franquista 'festejaba' el día de Santiago.

Revisando EL CORREO en su edición del 25 de julio de 1956, lo más emocionante que podía hacer uno aquel miércoles de obligado asueto era asistir a las ofrendas y misas que «con extraordinaria brillantez y fervor religioso» ofrecían todas las iglesias en honor al apóstol. Nada de romerías jaraneras, nada de chufla. Obviamente el periódico ignoraba que a pocos kilómetros de su redacción se había plantado el germen de lo que acabaría siendo uno de los festejos más populares de Euskadi.

Puristas abstenerse

Damián Ayo, Antonio 'Txirri' Bilbao y Félix Iurrebaso, íntimos amigos y miembros de la sociedad Irurena de Getxo, rebatieron el tedio organizando aquel mismo 25 de julio del 56 un jolgorio culinario con resabios contestatarios: el primer concurso de paellas de Azkorri. Por la cabeza de sus promotores no pasaba, desde luego, que aquella modesta iniciativa llegaría a tener 66 ediciones (las dos últimas virtuales) ni que podría presumir de ser la competición paellera más antigua del mundo. También la más juerguista y, para bien o para mal, la menos purista.

Si alguna vez quieren ustedes sacar de quicio a un valenciano o zanjar la discusión del 'arroz con cosas', esgriman el imbatible argumento de que el concurso vasco de paellas es cinco años más antiguo que el de Sueca. Eviten, eso sí, compartir en el fragor del debate imágenes de las paellas elaboradas a la vera del Cantábrico. Desde el cariño y el respeto se lo digo: sólo conseguirán estropear el golpe de efecto previamente conseguido. Mientras que la antigüedad del torneo getxotarra juega en nuestro favor, el resultado estético de las paellas habitualmente presentadas a concurso no hará más que marcar en nuestra contra.

¡¡¡Salimos en el NODO!!!

Sé que todas las paellas cocinadas en Aixerrota tienen mucha ilusión y esfuerzo detrás, pero también es cierto que prima en ellas la exuberancia digamos que artística por encima del estricto criterio gastronómico. La popularidad del concurso vizcaíno y su tradicional ambiente de francachela inclinaron desde el principio la balanza de esta cita hacia la incorrección político-culinaria. Los 20 animosos cocineros que compitieron en 1956 pasaron a ser más de 200 pocos años después, con concursantes llegados incluso del extranjero. La avalancha de participantes provocó un sindiós paellil que ya por aquel entonces se consideró prácticamente imposible de evaluar correctamente.

En 1962, cuando la cita explotó a nivel mediático, La Gaceta del Norte calculaba que el número de asistentes había sido de unos siete mil. El NODO filmó el evento y declaró haber contado 150 paellas con sus correspondientes cuadrillas y maestros paelleros, que en algunos casos eran profesionales captados en restaurantes y hoteles de Bilbao. Mientras, el diario ABC denunciaba la falta de seriedad de los arroces presentados, elaborados muchos de ellos en cazuelas de barro y que no se parecían en nada a una paella. Hasta el gran Antonio Saloña, dueño y señor por aquel entonces de la sección culinaria de EL CORREO, reclamó en 1971 un criterio unificado para los jueces que, en su opinión, valoraban más la presentación final que el valor del guiso. 50 años después el concurso de Getxo sigue premiando las paellas más llamativas, pero ésa es su gracia.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo 66 años de paellas en Getxo

66 años de paellas en Getxo