La empresa vasca, en alerta
Las exportaciones a Reino Unido, tercer mercado para Euskadi, están en máximos históricos por el 'efecto CAF', pero la incertidumbre sigue siendo un gran lastre
Euskadi afronta el día D del Brexit con sus exportaciones a Reino Unido en máximos históricos, tras sumar 2.224 millones de euros hasta noviembre, ... un 36% más. Nunca antes había vendido tanto a ese país hasta el punto de que ese mercado ha saltado a la tercera posición en importancia, al superar a EE UU y situarse solo por detrás de Francia y Alemania. Así visto puede parecer que el divorcio no está sentando mal al País Vasco, pero nada más lejos. Los datos están distorsionados por el espectacular ritmo de entregas del fabricante ferroviario CAF, que ha logrado grandes contratos en el país. Este efecto disfraza una realidad mucho menos amable.
Las empresas vascas llevan acumulado mucho desgaste a cuenta del Brexit, con preparativos para lo que pueda pasar, soportando la volatilidad de la libra y, sobre todo, la terrible incertidumbre. La única certeza es que la salida se va a producir el 31 de enero, y habrá un periodo de transición, en el que todo seguirá igual, hasta el 31 de diciembre de este año. A partir de ahí son todo incógnitas. El acuerdo sellado solo regula la desconexión y ahora hay que negociar el nuevo marco de relaciones. El resultado será muy diferente según el pacto al que se llegue y todavía no se puede descartar una ruptura salvaje si se cumple el plazo sin consenso.
Euskadi se juega mucho en este proceso. Son 500 las empresas vascas que exportan habitualmente a Reino Unido, entre las que figuran las bodegas de Rioja Alavesa, para las que el británico es el primer mercado. Mercedes vende allí un 9% de sus furgonetas y también es un destino importante para el acero vasco. Pero hay mucho más. El País Vasco acumula una inversión en el país de 20.000 millones desde 1995, una cifra que corresponde en gran medida a la compra en 2007 de Scottish Power por parte de Iberdrola, que mantiene su apuesta, con un potente plan de 6.000 millones para el desarrollo de la eólica marina.
En total se contabilizan 60 empresas con implantación en Reino Unido, de los sectores que constituyen el corazón de la industria vasca. En automoción, Gestamp abrió su séptima planta en 2018, Maier cuenta con una, aunque Cie Automotive cerró la suya el año pasado. En aeronáutica, Aernnova dio un paso de gigante este mismo octubre con la adquisición de la GE Hamble, una empresa británica que fabrica una parte de las alas para un modelo de Airbus; mientras, ITP Aero ha pasado a ser 100% de Rolls Royce, que es además su primer cliente. CAF también se ha lanzado a levantar una fábrica allí, tras captar 2.500 millones en pedidos, y el fabricante de vidrio Vidrala obtiene un 33% de sus ingresos en las islas, con fábricas en Reino Unido e Irlanda del Norte.
¿Cómo se podrían ver afectadas? Imposible responder. «Ahora empiezan las negociaciones y vamos a ver muchos giros. La tensión está servida porque Johnson impulsó una ley para no extender más allá del 31 de diciembre de 2020 el periodo de transición. En todos los foros se escucha que el plazo es poco realista para negociar un tratado comercial», explica Pablo Fano, director de la oficina en Londres que abrió el Gobierno vasco en 2017 para ayudar a las empresas vascas. Esta presión con los tiempos hace que no se pueda descartar totalmente una ruptura caótica en caso de que se llegue a fin de año sin pacto, el escenario de pesadilla que tanto asusta.
Fano recuerda también el duro discurso del ministro de Economía, Sajid Javid, en el sentido de que se apuesta por un modelo alejado de la UE, sin armonización, fuera de la unión aduanera y del mercado único. Eso requiere negociar un tratado comercial similar al que ahora tiene la UE con Canadá, que supone importantes restricciones.
En la misma línea, Ángel Abelleira, responsable del Icex en Euskadi, advierte de que por mucho que se pacten aranceles cero entre Reino Unido y la UE quedarían otros muchos aspectos a resolver: mayores controles en aduana, diferentes aranceles con terceros... «La automoción, por ejemplo, se vería afectada por los certificados de origen», apunta. En general, se considera que este sector y el aeroespacial son los más vulnerables por su funcionamiento 'just in time' (sin stocks) y la gran integración de sus cadenas de suministro. No obstante, el clúster Acicae de automoción recuerda que Reino Unido solo supone el 3% de la facturación.
Cada área tiene sus preocupaciones. «Nosotros confiamos en que no nos pongan aranceles, pero Reino Unido podría reducir los que impone a Australia o Chile, que son nuestra competencia», dice Iñigo Torres, del Grupo bodeguero Rioja, que recuerda que a este mercado se destina el 32% de la exportación. «Tenemos la protección de que fabricamos con costes en libras para nuestros clientes británicos, pero la volatilidad de la divisa ha llegado para quedarse», advierten en Vidrala.
Los expertos coinciden en que regular los servicios va a ser todavía más difícil. Y no hay que olvidar que hay 4.000 trabajadores vascos allí, contando solo los registrados en el consulado. La pesadilla del Brexit continúa.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión