El curso se retoma de forma gradual en Dinamarca

El curso escolar se retoma hoy en Dinamarca. Pero se hace de forma gradual en el primer país europeo que se toma esta medida y con el rechazo por parte de algunos progenitores. De momento, sólo se incorporan a las aulas los menores de 13 años y procedentes de la mitad de los municipios daneses –un total de 98– que cumplen la normativa establecida, así como el 35% de los centros de Copenhague. A partir del día 20, sin embargo, se ha previsto que el resto del alumnado pueda reanudar el curso en los centros que precisan readaptarse para ello. El descenso de fallecimientos, un total de 300, y de contagios, que se elevan a 6,500, ha contribuido a vuelta al cole. El resultado del confinamiento a lo largo de un mes ha sido «mejor de lo esperado», esgrime la primera ministra, Mette Frederiksen.

La reapertura de las guarderías y de las escuelas primarias, que cerraron sus puertas a partir del 12 de marzo, se hace en una condiciones estrictas de seguridad. Los más pequeños deberán contar con un espacio de unos seis metros cuadrados por cada usuario, que se reduce a cuatro para el alumnado de Primaria.

Esta circunstancia obligará a muchos centros a disponer de un mayor espacio, que en el caso de la capital se solventará con el traslado de algunos estudiantes a zonas de recreo y espacios museísticos.

En el tiempo de recreo, los estudiantes daneses no podrán compartir juegos con más de cinco personas. Se tratará de garantizar el distanciamiento, de dos metros, en las aulas, el comedor y autobús, así como del continuo lavado de manos cada dos horas y después de toser. Para controlar que se extreman estas dos medidas de seguridad, los centros dispondrán de personal específico.

La medida adoptada, sin embargo, no ha gustado a todos los progenitores. 18.000 personas ya han mostrado su desacuerdo al entender que sus hijos no son «conejillos de indias. Pueden transmitir el virus sin caer enfermos», alegan en un manifiesto de rechazo al plan. En este sentido, el director de una escuela del barrio de Norrebro en Copenhague ya dado a conocer la intención de muchos padres por mantener a sus hijos en casa.

A finales de marzo, la primera ministra ya advirtió que las restricciones tomadas no iban a durar meses. «No queremos dejar a Dinamarca cerrada un día más de lo necesario», señalaba entonces. Ahora se vanagloria de que el hecho de haber actuado «muy rápido», ha permitido reabrir los centros educativos «antes que otros países. Lo hemos hecho bien», subraya Mette Frederiksen.