Siria advierte a Israel que «no somos de los que temen la guerra»
El presidente Ahmed al-Sharaa acusa a Tel Aviv de causar «el caos y la destrucción» tras bombardear Damasco y la región de Suweida en represalia por los ataques a la minoría drusa
El presidente sirio, Ahmed al-Sharaa, ha acusado este jueves a Israel de pretender sembrar el «caos y la destrucción» tras los ataques aéreos sobre ... Damasco y otros objetivos militares en la zona de Suweida. El líder ha anunciado la retirada del ejército de esta ciudad y añadido que buscara a quienes han agredido a la minoría drusa durante los últimos días, el origen de los acontecimientos por los que el Estado hebreo decidió bombardear Siria. «Estamos interesados en exigir responsabilidades a quienes transgredieron y abusaron de nuestro pueblo druso, ya que están bajo la protección y responsabilidad del Estado», ha afirmado Sharaa.
Publicidad
No obstante, el presidente ha lanzado también una dura advertencia al Gobierno de Benjamín Netanyahu por ordenar el bombardeo de Damasco. «No somos de los que temen a la guerra. Hemos dedicado nuestra vida a afrontar desafíos y a defender a nuestro pueblo, pero hemos priorizado los intereses de los sirios sobre el caos y la destrucción», ha manifestado.
Israel no confía en el nuevo Gobierno sirio por sus anteriores vínculos con el yihadismo y le ha advertido que no dejará desplegar a su ejército en el sur de Siria donde se encuentra la comunidad drusa, una minoría bajo protección históricamente de los hebreos. Sin embargo, Al-Sahaara ha considerado desproporcionada la reacción de «la entidad israelí«, que este miércoles »recurrió a ataques a gran escala contra instalaciones civiles y gubernamentales». El líder sirio ha señalado que este hecho provocó una «complicación significativa de la situación«, que no ha terminado en una posible confrontación abierta entre los dos países »por la intervención efectiva de la mediación estadounidense, árabe y turca. Salvó a la región de un destino desconocido», ha añadido.
Un nuevo horizonte
La caída de Bachar Al-asad abrió en Siria un nuevo horizonte, en el que se mezclaban tanto la esperanza como la incertidumbre. Israel decidió aprovechar la confusión y el vacío de poder para ocupar nuevos territorios y lanzar ataques contra el sur del país, donde su objetivo era la destrucción de las capacidades militares del antiguo régimen. Tel Aviv exigió al nuevo gobierno sirio la desmilitarización de una región habitada por la minoría drusa, a la que el país hebreo ve como potencial aliada y que busca la «liberación» de la zona de Suweida.
Publicidad
Eso no ha sucedido. Al contrario, el lunes el ejército sirio desplazó efectivos a la zona para tratar de poner fin a una serie de enfrentamientos que, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, estallaron el pasado domingo cuando un comerciante de verduras druso fue secuestrado por tribus beduinas sunitas. El suceso desencadenó una serie de raptos en represalia, y Damasco decidió intervenir para frenar una violencia sectaria. Desafortunadamente, fue peor la medicina que la enfermedad: los habitantes de la zona, bajo control de combatientes drusos, denunciaron que los soldados llevaron a cabo ejecuciones sumarias y saqueos que se saldaron con unos 250 muertos. El Gobierno, por su parte, asegura que sus militares respondieron a los ataques de «grupos fuera de la ley».
En cualquier caso, el titular de Defensa del gobierno de Benjamín Netanyahu, Israel Katz, afirmó el martes por la mañana que «Israel no abandonará a los drusos en Siria» y que el ejército «operará con fuerza» en la región de Suweida «para eliminar a las fuerzas que atacaron a los drusos hasta su retirada completa». Por la tarde cumplió su promesa con bombardeos contra equipamiento militar sirio. Y este miércoles ha aumentado la apuesta con ataques tanto en el suroeste del país como en la capital.
Publicidad
En Damasco, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han utilizado misiles y drones para atacar la entrada del Ministerio de Defensa sirio y las inmediaciones del palacio presidencial, donde al menos tres personas han perdido la vida y otras 34 han resultado heridas. Ha sido, en palabras de un portavoz de las FDI, «un mensaje al presidente Al-Sharaa». Las deflagraciones han sacudido el centro de la capital dejando una nube de humo y escenas de caos.
Los hebreos también han puesto en la diana el equipamiento militar de camino a Suweida, incluidos tanques y piezas de artillería. Y justo cuando el gobierno sirio ha anunciado, a primera hora de la tarde, que se había alcanzado un acuerdo para el alto el fuego, Israel ha avanzado que continuará bombardeando «todo el sur de Siria», mientras que guerrilleros drusos han negado que vayan a callar las armas: «Continuaremos luchando hasta que todo el territorio de la gobernación de Al Suweida quede liberada. No hay ni acuerdo ni negociación con el gobierno sirio», ha sentenciado Hikmat al-Hijri, uno de los líderes de esta minoría que suma unos 700.000 habitantes en Siria y cuenta con nutridas comunidades también en Líbano y la propia Israel.
Publicidad
De esta manera, se recrudece en Oriente Medio un conflicto que parecía en vías de solución. Turquía denuncia que los ataques de Israel son un «sabotaje» contra el nuevo gobierno sirio. Sin embargo, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Marco Rubio, se muestra optimista. «Creemos que estamos de camino hacia una desescalada real y esperamos poder volver a ayudar a la reconstrucción de Siria para dar así estabilidad a la región», ha afirmado en conversación con la prensa. Reconoce, eso sí, que «es una situación complicada» y subraya la necesidad de solucionar «las rivalidades históricas entre diferentes grupos del suroeste que han llevado a la lamentable situación actual». Rubio atribuye la escalada de violencia de ayer a «un malentendido entre el lado israelí y el lado sirio» y añade que espera ver progresos «en cuestión de horas».
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión