El hijo de Netanyahu insinúa un golpe contra su padre por el rechazo militar a ampliar la invasión

El hijo del primer ministro, Yahir Netanyahu, también hizo lo suyo por atizar la polémica. Desde Miami, donde tiene establecida su residencia, insinuó que Zamir intenta liderar una rebelión militar contra su padre e incluso sugirió que le había dictado una crítica a Yossi Yehoshual, corresponsal militar de 'Y'edioth Ahronoth', el mayor periódico en lengua hebrea de Israel, que ha tenido un fuerte efecto social.

El prestigioso analista defendió que si Netanyahu quiere tomar una «decisión realmente dramática y divisiva entre el público israelí», antes debería explicar a los ciudadanos cuántos rehenes y soldados calcula que morirán. Le insta además a asumir en persona la responsabilidad de la operación tras dejar claro que la ordena en contra del criterio del ejército.

A este texto, Yahir Netanyahu respondió al periodista: «Si quien te dictó ese tuit es quien creemos, esto es una rebelión y un intento de golpe militar digno de una república bananera de Centroamérica de los años 70». El primogénito del jefe del Gobierno, de 33 años, parece tener una lengua proverbial y es habitual de las redes, en las que recientemente insultó al presidente Emmanuel Macron por defender el reconocimiento francés del Estado palestino con un «¡Qué te jodan!». Y este lunes caracterizó públicamente al emir de Qatar, Tamim Bin Hamad al Thani, y a su madre, Moza bint Nasser, como «los Hitler y Goebbels modernos». Pese a los esfuerzos de este país árabe por acercar posturas entre el Estado hebreo y Hamás para firmar un alto el fuego y liberar a los rehenes, el joven Netanyahu acusó a Catar de propagar el antisemitismo por todo el mundo.

El primer ministro tiene prisa en aprobar sus planes sobre Gaza y este martes convocó de urgencia a su consejo. Pero lo hizo de manera reducida. Asistieron el jefe del Estado Mayor, el ministro de Defensa, Israel Katz, el titular de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, y el jefe de la Dirección de Operaciones del ejército, el general Itzik Cohen. Dejó fuera al ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, y al de Finanzas, Bezalel Smotrich, ultraderechistas que piden la guerra total en la Franja.

Su intención era sondear a la cúpula militar y que el máximo responsable del Estado Mayor le presentara las mejores opciones operativas para ocupar Gaza. Una vez decidida la más idónea, el primer ministro qla comunicará mañana a su consejo de seguridad en pleno para debatir su aprobación. Hay en todo ello un juego de traspaso de responsabilidades. El jefe de Gobierno pretende pasar esta controvertida fase como un plan emanado del ejército. Los militares, en cambio,, buscan forzar al Gobierno a asumir toda la autoría de lo que pueda suceder con una conquista a fuego

La tormenta se desató cuando Zamir fue más allá de lo que Netayahu quería escuchar. El jefe del Estado Mayor le indicó que la invasión del 25% de Gaza que queda en manos de los palestinos obligará al ejército a operar en las zonas donde se encuentran los rehenes, lo que entrañará un grave riesgo para sus vidas. Hasta ahora, las tropas no han entrado en las áreas donde los espías del Mossad y el Shin Bet intuyen la cercana presencia de posibles escondites de los islamistas y sus cautivos para protegerlos.

Los milicianos tienen orden de ejecutar a cada rehén si las tropas se acercan a sus refugios. Pero además existe el riesgo de que los militantes huyan en desbandada y dejen abandonados a los secuestrados en subterráneos recónditos donde quizá nadie les encuentre antes de que mueran por inanición. Eso y otras cosas tuvo que oír el primerministro del máximo comandante militar, partidario de realizar misiones militares reversibles mientras se intenta recuperar la negociación con Hamás.

En realidad, el escalafón militar hebreo se opone a una toma de Gaza a gran escala y propone continuar las incursiones selectivas y la creación de corredores estratégicos que fragmenten el territorio, señala el diario 'Haarez' Añade que irrumpir en las tres grandes ciudades-campamento del sur donde se hacinan más de 1,4 millones de civiles es sinónimo de catástrofe.

Zamir ha reiterado ante Netanyahu que el ejército tiene como prioridad liberar a los rehenes y que difícilmente entenderá una orden que puede provocar lo contrario. Este martes reiteró que los soldados están agotados tras conquistar el 75% de la Franja y que ampliar la campaña al resto del territorio puede ser contraproducente y exprimir hasta el último cupo de reservistas.

«El jefe del Estado Mayor debe decir claramente que cumplirá plenamente las órdenes del escalón político», le ordenó el ultra Ben Gvir en X. Por su parte, el ministro de Defensa, Israel Kanz, aseguró que, «una vez que el liderazgo político tome las decisiones, el escalón militar, como lo ha hecho en todos los frentes de guerra, implementará con profesionalismo la política determinada».

Sin embargo, el mando de las Fuerzas de Defensa recibió el apoyo del ministro de Exteriores, Gideon Sa'ar, que alentó a Zamt a «expresar su opinión profesional de forma clara e inequívoca a la cúpula política».El presidente del partido Azul y Blanco-Unidad Nacional, Benny Gantz, condenó los «ataques desenfrenados» de los ministros del gabinete mientras el líder de la oposición, Yair Lapid, pidió arreglar la crisis a «puerta cerrada». «Los soldados no deberían pensar que están dirigidos por un liderazgo dividido y conflictivo, que la cúpula política no respeta a su comandante y que los están vendiendo por un titular».