Crisis en la socialdemocracia danesa por la deriva conservadora del Gobierno
Las políticas antimigratorias y las medidas que van contra el ecologismo generan descontento entre su electorado
El Partido Socialdemócrata danés, liderado por la primera ministra, Mette Frederiksen, ha perdido apoyo en los últimos meses. Las últimas encuestas, previas a las elecciones ... regionales, reflejan el descontento de los votantes que tradicionalmente apoyan a la formación que gobierna. Le critican por su deriva hacia postulados conservadores, especialmente por sus medidas antiinmigración y contra el ecologismo.
Publicidad
Los sondeos revelan un repunte de los partidos de extrema izquierda en detrimento de la histórica formación centroizquierdista, que también dirige la capital, Copenhague, desde hace 122 años.
Los expertos señalan que las duras políticas de integración e inmigración llevadas a cabo por el Gobierno -una de las posturas más intransigentes de Europa-, habrían causado rechazo entre los votantes, que ahora se decantarían por opciones más favorables a los migrantes.
Frederiksen ha tratado en los últimos meses de hacer frente al auge de la extrema derecha apelando a la clase trabajadora de las zonas rurales. Pero esta misma táctica antielitista podría haberlos alejado de los votantes de las grandes ciudades. Un derrota en las elecciones municipales y regionales podría extenderse más allá de la capital y arrebatarles también el gobierno en las comunidades que dominan desde hace mucho tiempo.
«Están encaminados a agravar la crisis de la vivienda, a fracasar en los objetivos climáticos de la ciudad y a fomentar un paradigma urbano centrado en el automóvil», señaló recientemente Karoline Lindgaard, candidata a la alcaldía de la capital por el partido verde Alternativa.
Publicidad
La alianza de los progresistas con la derecha refuerza a la extrema izquierda
El equipo gobernante prometió limitar el acceso de los coches al centro urbano, pero revirtió abruptamente su postura y sugirió reintroducir plazas de aparcamiento y favorecer a los conductores, lo que enfureció a sus votantes más ecologistas.
Los socialdemócratas han representado históricamente a la clase trabajadora, pero a partir de los años 90 del pasado siglo se enfocaron en convertir la capital en un centro atractivo para empresas globales y estudiantes internacionales, y transformaron Copenhague en una «ciudad modelo», con una infraestructura eficiente, espacios verdes y una alta seguridad.
Publicidad
Sin embargo, esta metamorfosis fue acompañada de un fuerte encarecimiento del sector inmobiliario -un 20% en el último año y un 29% en los últimos cuatro-, lo que ha expulsado de sus barrios a muchas familias y ha dificultado el acceso de los jóvenes a la vivienda.
Estas políticas, adoptadas de la mano de partidos liberales económicos y para diferenciarse de las formaciones de extrema izquierda -más intransigentes en temas medioambientales y de libertad de mercado-, podrían haberles alejado de sus votantes.
Publicidad
El giro a la derecha de la izquierda moderada ha llevado al electorado a optar por las formaciones de la izquierda más redical, y las encuestas realizadas a principios de este mes constataban la subida de los partidos Izquierda Verde, Alianza Rojo-Verde y Alternativa.
Auge de la izquierda radical
El desplazamiento a la derecha de los socialdemócratas ha generado un terremoto político en Dinamarca. El electorado de las ciudades se ha situado como reacción todavía más a la izquierda, y los comicios locales se han transformado en un referéndum sobre el giro centrista de la formación que dirige el país. Con las elecciones generales previstas para el próximo año, los comicios regionales podrían presionar a Frederiksen para rectificar y retomar una dirección más alineada con sus principios ideológicos.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión