Rusia condena a un fotógrafo a 16 años de prisión por compartir información pública sobre búnkeres soviéticos
Grupos de abogados señalan que el 80% de los casos de traición a Moscú han tenido lugar después de 2022, año del inicio de la guerra en Ucrania
La Justicia rusa ha condenado este jueves a Grigori Skvortsov, un fotógrafo de 35 años, a 16 años de prisión por el cargo de «traición». ... Este oriundo de Perm, cerca de los Urales en la parte europea de Rusia, cometió el error de vender el libro 'Búnkeres Soviéticos Secretos: Fortificaciones urbanas de 1930-1960' con un periodista estaodunidense. Esta publicación no solo se puede comprar en librerías, incluso es posible adquirirla fuera del país. La Fiscalía pidió 18 años de condena para el acusado, que se declaró «no culpable».
El libro que le costó la condena a Skvortsov se puede comprar incluso en Amazon desde Occidente. La publicación, del historiador ruso Dmitri Yurkov, usó material desclasificado de la época soviética para su libro. A parte de la misma publicación el fotógrafo también envió al periodista estadounidense fotos de archivo, también desclasificadas y adquiridas legalmente. El ejemplar cuando se publicó en 2021 lo hizo con total normalidad e incluso se anunció en el diario 'Rosiskaya Gazeta', de propiedad estatal, sin ningún problema.
Skvortsov fue detenido en 2023. Sobre lo que envió al profesional de la información apuntó que él solo quería «compartirlo con el público». Añadió en una entrevista previa al juicio que «no tenía acceso a secretos estatales y tampoco malas intenciones». Yevgeni Smirnov, miembro del colectivo de abogados 'Pervi Otdel' -organización tildada de «agente extranjero» por la Federación Rusa- ha apuntado a medios independientes rusos que «el caso es absurdo, claro, no ha sido el primero ni será el último construido en una absurdidad similar», aludiendo al hecho de que el libro se puede adquirir en Rusia en librerías. Ha añadido que «es una persona normal y corriente que adquirió el material en una tienda. No es la persona que por error ha desclasificado la información la condenada, sino él».
Desde 2022 Rusia ha endurecido la aplicación de las leyes. Según 'Pervi Otdel' en este caso el FSB (servicios secretos rusos, siglas de Servicio Federal de Seguridad) estaba más interesado en tapar un error a la hora de esconder secretos estatales, en lugar de hablar de los hechos consumados. Yurkov, el autor del texto, señaló que él solo trabajó con material público. Eso no impidió que en 2022, el Roskomnadzor, el servicio federal de supervisión de telecomunicaciones, tras una sentencia judicial, considerara que el libro difunde secretos rusos. En el momento de escritura de este artículo la Justicia rusa no ha presentado cargos contra el autor del libro.
El mismo grupo de letrados ha publicado recientemente que desde 1997, el año en el que entró en vigor el código Penal ruso con el delito de «traición», se ha condenado a cerca de 1.000 personas. De ellas, 792 lo fueron después de febrero de 2022, la fecha del inicio de la invasión de Ucrania y 359 ya están en prisión. El mismo informe detalla que no se ha absuelto a nadie condenado por este delito desde que empezaron las hostilidades y en al menos 65 de los 89 sujetos federales de Rusia (incluodas las provincias disputadas con Ucrania) se están celebrando juicios por este delito. Se estima que unas siete personas acusadas murieron en prisión preventiva y nueve de ellas bajo custodia.
«Alta traición»
Uno de los primeros nombres que sufrió un destino parecido fue el periodista Iván Safronov, especializado en temas de defensa y seguridad. Él fue juzgado en septiembre de 2022 acusado de «alta traición» por haber compartido información clasificada a las agencias de Inteligencia de República Checa. Entonces la condena fue de 22 años de cárcel y él negó todos los cargos. Durante el juicio alegó que no hizo nada ilegal y que toda la información que usó era de fuentes abiertas, es decir artículos en medios de comunicación y datos que se pueden encontrar desde cualquier rincón del mundo por Internet.
Este informador trabajó durante años en medios del establishment ruso que no son críticos con el poder, como 'Vedosmosti' y 'Kommersant'. En el momento de la condena trabajaba para Roscosmos, la agencia espacial de Rusia. Cuando intentaba defenderlo en el juicio el abogado Iván Pavlov criticó las dificultades para hacerlo. «El delito del que se le acusa no se encuentra en el Código Penal ruso», aseveró. Añadió que no podía «preparar la defensa de una acusación que no se entiende». El periodista ya encarcelado tenía mucho en común con su progenitor, pues compartían el mismo nombre y ambos se dedicaron a trabajar en el periodismo del mismo sector. En 2007 Iván Safronov padre falleció al caer de un quinto piso del edificio donde vivía, a pesar de que su piso estaba en el tercero.
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