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El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, durante el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo. EFE

Occidente responde al desafío nuclear de Putin con más sanciones y mayor apoyo militar a Kiev

La Unión Europea y el G7 condenan las amenazas rusas y se preparan para redoblar su presión sobre Moscú

OLATZ HERNÁNDEZ

Bruselas

Jueves, 22 de septiembre 2022

Los últimos movimientos de Rusia y las declaraciones de su presidente, Vladímir Putin, tendrán consecuencias. Lo advirtió el miércoles el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, después de que el dirigente ruso anunciara la movilización de 300.000 reservistas y amenazara con hacer uso de armas nucleares. Dicho y hecho. Los ministros de Exteriores del G7 y de la UE trabajan desde este jueves en una nueva ronda de sanciones a Rusia, ante lo que califican como «una escalada» del conflicto y, en paralelo, planean enviar más armas y equipamiento a Ucrania como señal de apoyo.

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La condena occidental a las amenazas nucleares rusas ha sido unánime. Los líderes del G7 acusaron a Putin de usar una «irresponsable retórica nuclear» y se comprometieron a adoptar castigos «focalizados» que añadan una «presión económica y política sostenida» contra el país. Unas medidas que, prometen, estarán en marcha «lo antes posible».

A pesar de que aún se desconoce el contenido de la nueva batería de sanciones que prepara Occidente, el jefe de la diplomacia europea avanzó que incluirá castigos «tanto personales como sectoriales». Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, deslizó que el paquete de sanciones afectará a personas relacionadas con el Kremlin o que han participado activamente en la guerra de Ucrania y a las exportaciones europeas de tecnología necesaria para ciertos sectores rusos.

Fuentes oficiales de Bruselas advirtieron este jueves de que la coordinación internacional entre la UE y los países aliados será fundamental para imponer «castigos efectivos» a Moscú. Borrell también llamó a la unidad de la comunidad internacional: «Las declaraciones de Putin constituyen una amenaza para Europa y el mundo (...), pero no rompen nuestra determinación de apoyar a Ucrania durante el tiempo que sea necesario», destacó.

Referendos «ilegales»

El anuncio de referendos en los territorios ocupados de Donetsk, Lugansk y Jersón son otra línea roja para Occidente. Los ministros de Alemania, Canadá, EE UU, Francia, Japón y Reino Unido los calificaron este jueves de «falsos» comicios «en territorio soberano ucraniano». El voto «no puede ser libre o justo» mientras permanezcan allí las tropas rusas, añadieron.

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En esa misma línea se expresó el bloque europeo, que ve este proceso como «otra violación de la independencia, soberanía e integridad territorial de Ucrania». «Rusia ha elegido el camino de la confrontación (...). La UE expresa su máxima condena a los planes para organizar referendos ilegales para anexionar los territorios de Donetsk, Jersón y Lugansk», señaló, al tiempo que aseguró que Europa «nunca reconocerá» los territorios ocupados como parte de Rusia.

En su declaración conjunta desde Nueva York, los líderes occidentales exigieron a Moscú que devuelva a Kiev el control de la planta nuclear de Zaporiyia, que ha sido blanco de ataques en las últimas semanas. Putin culpa a los aliados de estas operaciones militares, pero el portavoz de la diplomacia comunitaria, Peter Stano, defendió este jueves que el Kremlin «juega con la seguridad nuclear» y que usa estos elementos como parte de «su arsenal de terror» en el contexto de la invasión de Ucrania.

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Tope al petróleo y al gas

Desde el inicio de la guerra, la UE ha puesto en marcha seis paquetes de sanciones económicas y diplomáticas a Rusia -en coordinación con la mayoría de la comunidad internacional-, así como castigos individuales a personas estrechamente relacionadas con la cúpula de Putin. Las últimas medidas europeas contra Moscú incluyen la suspensión de los visados con Rusia y el veto a las importaciones de petróleo -con ciertas excepciones-.

Mientras el G7 reafirmó este jueves su compromiso para «terminar los preparativos» para imponer un tope de precios al petróleo ruso, en la UE las sanciones energéticas chocan con las reticencias de los Estados miembros más dependientes del gas ruso. Sin embargo, la presión internacional, en aumento desde el hallazgo de fosas comunes con más de cuatrocientos cuerpos en Izium, podría acabar por decantar su voto.

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El tope al petróleo ruso se debate desde hace semanas en Bruselas e incluso se ha planteado un mecanismo de emergencia para limitar el precio del gas que llega desde Rusia Moscú. Este instrumento, que se debatirá en el próximo Consejo europeo de Energía, limitaría los beneficios de Moscú, así como su capacidad para financiar la guerra en Ucrania.

Del mismo modo, el bloque comunitario quiere «reafirmar» su apoyo a Kiev con el envío de más armas al Ejército ucraniano. El bloque ya ha entregado 2.500 millones de euros en equipamiento militar al país a través del Fondo europeo de Apoyo a la Paz.

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