El Parlamento germano margina de nuevo a la ultraderechista AfD a pesar de ser la segunda fuerza
El resto de partidos niegan a la formación de Alice Weidel la segunda mayor sala para grupos parlamentarios y rechazan todos sus candidatos a presidir comisiones parlamentarias
La ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) sigue recibiendo reveses parlamentarios en el Parlamento germano pese a ser el primer partido de la oposición tras convertirse ... en segunda fuerza política del país tras las elecciones legislativas adelantadas del pasado febrero. El llamado Consejo de Ancianos del Bundestag ha resuelto este jueves en su contra una disputa con el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) por el uso de la Sala Otto Wels como punto de reunión para su grupo parlamentario.
Un día antes AfD había visto rechazadas además todas sus candidaturas para presidir seis comisiones parlamentarias, a las que por su número de diputados hubiese tenido derecho. El resto de fuerzas en el Bundestag hicieron valer el cortafuegos para marginar a la formación xenófoba y antieuropea y se negaron a conceder la presidencia de esas comisiones. Así, la formación de Alice Weidel no presidirá finalmente, entre otras, las comisiones de Finanzas, Presupuestos, o Interior, en las que podría haber jugado un papel influyente.
En el caso de la sala de reuniones para su grupo parlamentario, la ultraderecha germana argumentaba que como fracción que había duplicado prácticamente sus diputados de 77 a 151 y superar en 31 al SPD tenía derecho a ocupar el segundo mayor salón del Bundestag destinado a los partidos para sus consultas internas. Los socialdemócratas aducían que como partido gubernamental necesitan más espacio y cercanía a su socio en el Ejecutivo, el grupo parlamentario de cristianodemócratas y socialcristianos (CDU/CSU), cuya sala linda con la que quería arrebatarles AfD.
«Intolerable»
La decisión del consejo ha causado alivio en el seno de los socialdemócratas. «La idea de que AfD, que para todos los partidos se encuentra sin duda en la extrema derecha, se reuniera en esa sala en el futuro era intolerable para mi grupo parlamentario y para mí, y también para la familia de Otto Wels», ha manifestado Dirk Wiese, secretario de organización parlamentaria del SPD. La formación dio a su sala el nombre de su antiguo líder, quien pronunció un histórico discurso en marzo de 1933 en el que justificó el rechazo de su formación a la ley que concedió plenos poderes a los nacionalsocialistas de Adolf Hitler.
Alternativa para Alemania tendrá que conformarse ahora con ocupar la antigua sala de reuniones del Partido Liberal (FDP), que perdió su representación tras los últimos comicios, en los que no rebasó la necesaria barrera del 5% de votos. Durante el debate AfD afirmó incluso que esa sala es una «lata de sardinas» que no cumple, ocupada por sus diputados, tan siquiera con las normas de seguridad para incendios. La administración del Bundestag envió un perito a verificarlo, pero este dio luz verde a la decisión que ahora ha confirmado el llamado Consejo de Ancianos.
Una decisión a la que la ultraderecha alemana ha reaccionado con duras críticas. «El partido más fuerte y la mayor oposición está siendo intimidado aquí utilizando los medios más primitivos», ha señalado el secretario parlamentario de AfD, Stephan Brandner, quien ha hablado de «vergüenza para el parlamentarismo». Reacción similar a la de la líder de la ultraderecha alemana Alice Weidel, cuando todos sus candidatos a presidir comisiones parlamentarias fueron rechazadas este miércoles. Weidel ha calificado ese rechazo de «acto de arbitrariedad política» y de «discriminación».
Alternativa para Alemania no presidirá ninguna de las 24 comisiones parlamentarias existentes en el Bundestag, de las que seis le corresponderían por su número de escaños. Son cargos de gran relevancia, ya que esas comisiones especializadas por temas, en las que tienen representación todos los partidos, juegan un papel importante en la elaboración de proyectos de ley y su presidente juega un papel muy influyente. Como ninguno de los candidatos de la ultraderecha recibió en votación secreta el apoyo necesario, los políticos más veteranos de cada una de esas seis comisiones asumen interinamente su presidencia. Ninguno de ellos es de AfD.
Aislamiento agudizado
La marginación y aislamiento por el resto de los partidos a la formación de Alice Weidel se ha agudizado después de que la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV) anunciara recientemente que clasifica a esa formación como «definitivamente de extrema derecha». El informe de la BfV sobre AfD ha provocado un «cambio significativo» en la valoración de su grupo parlamentario, explicó Stefan Bilger, primer secretario parlamentario de CDU/CSU. «Supone una diferencia porque los presidentes de las comisiones son representantes clave del Parlamento», añadió para explicar el rechazo de los conservadores a que la ultraderecha asuma altos cargos parlamentarios.
Bilger comentó que Alternativa para Alemania se está volviendo «cada vez más radical y extremista en el Bundestag» y había llamado a los diputados de su partido expresamente a no votar a favor de las candidaturas de los representantes de la ultraderecha. «Quien quiera una presidencia de las comisiones parlamentarias también debe ser capaz de conseguir que la mayoría le respalde», dijo a su vez Wiese. Y si los diputados de AfD hacen declaraciones inadmisibles, «no debería sorprenderles que no consigan que la mayoría te respalde», añadió el político socialdsemócrata.
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