Un altar en recuerdo de Madeleine McCann.

Juzgan a la joven polaca que aseguró ser Madeleine McCann y acosó a su familia

Julia Wandelt mandó decenas de mensajes y llamó insistentemente a los padres de Maddie, desaparecida en 2007 en Portugal y cuyo caso sigue abierto

Miércoles, 8 de octubre 2025, 19:10

La familia McCann vuelve a estar bajo el foco. Si hace menos de un mes se enfrentaba a la salida de prisión de Christian Brückner, ... el principal sospechoso de la desaparición de su hija Madeleine, ahora le ha tocado verse cara a cara con la joven que aseguró ser aquella niña pese a las pruebas científicas «inequívocas» que lo descartan. La polaca Julia Wandelt, de 24 años, es desde el pasado lunes juzgada en Leicester, en el Reino Unido, por el supuesto hostigamiento al que sometió durante más de dos años a los padres y los hermanos de la menor a la que se perdió la pista en Portugal en 2007. Los fiscales sostienen que la joven -que niega los hechos- llevó a cabo «una campaña de acoso bien planificada».

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La supuesta persecución de Wandelt a los McCann comenzó en junio de 2022, década y media después de que Maddie desapareciera durante unas vacaciones en Praia da Luz, en el turístico Algarve portugués, cuando estaba a punto de cumplir 4 años, sin que el caso haya podido aún ser cerrado. La joven les mandó decenas de mensajes (hasta sesenta en abril de 2024) y correos electrónicos y les llamaba de forma constante, hasta el punto de que llegó a contactar con los hermanos de la pequeña, que hoy tendría 22 años. «Sé que mi acento es polaco, que no soy tan linda como lo era Madeleine, pero sé lo que recuerdo», escribió a la madre, Kate. «Por favor, sólo dame una oportunidad», le insistió.

El acoso por el que ahora es juzgada causó una «angustia significativa» a la familia, que soportó además numerosas apariciones de Wandelt en redes y medios de comunicación donde sostenía que era la menor desaparecida en el Algarve. La chica, que se ofreció a hacerse una prueba de ADN, afirmaba recordar «muchas cosas» de aquel momento trágico. Según su versión, sabía que había sido secuestrada de niña y llevada a Polonia y sufría 'flashbacks' sobre su infancia como Madeleine en los que aparecía, por ejemplo, dando de comer a su hermano menor. Incluso dijo que había sido víctima de abusos. La joven rompió a llorar en la primera sesión del juicio al escuchar que ella no era Maddie y tuvo que abandonar brevemente la sala.

En la puerta de su casa

Fue el fiscal Michael Duck KC quien se mostró contundente en el arranque de la audiencia: «Julia Wandelt no es Madeleine McCann». Las pruebas científicas, de hecho, no dejan lugar a dudas y concluyen que no existe vínculo alguno entre la veinteañera polaca y la familia de la menor desaparecida. La chica fue arrestada el pasado febrero pero hasta entonces la familia se sintió «invadida», declaró este miércoles la madre de Maddie en Leicester. Kate explicó que ya había sufrido experiencias anteriores con desconocidas que afirmaban ser su hija, pero señaló que la persistencia de esta joven era «totalmente» diferente. Hasta el punto de que el pasado diciembre se plantó en la puerta de su casa junto a otra mujer, Karen Spragg, de 61 años, que también está imputada. «Mamá», le escribió al día siguiente en una carta.

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Kate y Gerry McCann. AFP

«Fue un esfuerzo por convencer no sólo a los McCann, sino también a terceros, con detalles emocionales», apuntó Duck. No era la primera vez, eso sí, que Wandelt se hacía pasar por una niña desaparecida. En 2023, cuando ya se presentaba como Madeleine ante el mundo, contactó con la organización Missing Years para comunicar que era Inga Gehricke, a la que se perdió el rastro hace una década en Alemania. Y en otra ocasión dijo ser Acacia Bishop, secuestrada en 2003 en Estados Unidos.

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