Mar y natación teatral para salir del confort
Las Jornadas de Teatro de Eibar acogen en el Coliseo la puesta en escena de 'El nadador de aguas abiertas'
Las Jornadas de Teatro de Eibar presentan hoy 'El nadador de aguas abiertas', en el teatro Coliseo, a las 19.00 horas.
Los grupos vascos K Producciones, de Bizkaia, y los guipuzcoanos de Tanttaka ofrecen esta interesante tragicomedia, una fábula moderna donde el mar y la natación en aguas abiertas sirven como metáfora de un reto: salir de la zona de confort.
En el argumento de esta obra, Nilo es un actor mediocre al que ya no dan trabajo. Su mujer le ha dejado y él entra en una espiral de pensamientos autodestructivos. Gracias a Walrus, un nadador experto que oculta un trauma familiar, Nilo aprenderá a nadar a los 48 años, y en ese proceso también recibirá la lección más importante de su vida.
De esta manera, 'El nadador de aguas abiertas' es un relato cautivador. Dos vidas 'fortuitamente' enredadas por el mar y, en la orilla, la amistad ejerciendo de literal salvavidas…
Cuando nos parece que lo tenemos todo perdido, es necesario que nos detengamos a analizar en qué hemos estado gastando las energías.
Adaptada por María Goiricelaya, el crítico Pedro Barea afirma que «parecería un recado (una excusa) sobre el mérito del esfuerzo, de autoayuda. Tú puedes. Que puedas o no depende sólo de ti, de ti solo. Asaltar los cielos, el bien y el mal, la proeza, son aquí pequeñeces de dos seres sin aureola. Nilo es un tipo sin trabajo y a Walrus le abandonó la mujer. Nilo aprende a nadar a los 48 años y Walrus adiestra al novato. Los grandes escollos serán hechos menudos como para destapar la dignidad de lo vulgar. Una historia de a diario, sin crónica, brazada a brazada. El problema, demasiado a menudo, ha sido no saber elegir bien nuestras batallas de cada día y priorizar cosas que no tienen ninguna importancia. A veces es necesario, simplemente, focalizar, flotar y soltarse: dar una brazada y luego otra».
En este sentido, Barea afirma que «en un mar deconstruido (¡trescientos cubos de agua colgantes en escena!), del primer chapuzón, a las aguas bravas, del refugio en la orilla a la hostilidad mar adentro. La tarea del héroe reducida a algo cotidiano que habla de emoción, valor y miedo, jerarquía, sistema social, humor. Y esto en el mar, en la playa. Pero no en el mar del 'Moby Dick' de Cavestany y Pou, la cruzada contra rivales imbatibles. No lo de 'En alta mar', de Sławomir Mrożek, donde tres náufragos debaten quién se comerá a quién para sobrevivir. Es otra cosa manejable, un episodio banal en la vida de tipos anodinos, con otra óptica en ese amaño cautivador llamado teatro.
Los intérpretes de la obra de los grupos vascos son Markos Marín y Adolfo Fernández, según la obra escrita por Adam Martín Skilton.
