La Mancomunidad presenta un plan contra el desperdicio alimentario
Un estudio realizado en el Complejo Educativo muestra que se desechan 350,5 kilos a la semana entre el comedor, donde acuden 200 personas, y la cocina
La Mancomunidad de Debebarrna pone en marcha un plan contra el desperdicio alimentario que comenzó a ser realidad en septiembre de 2022 cuando se inició ... la fase de diagnóstico del proyecto en el Complejo Educativo de Eibar. Ahora comienza un Plan de Acción que parte de las conclusiones derivadas de la fase del primer diagnóstico.
Iosu Arraiz, presidente de la Mancomunidad, explicó que «en la Mancomunidad, desde el punto de vista de la gestión selectiva de residuos, tenemos claro que el mejor residuo es el que no se genera, y después, el que se recicla selectivamente. Por eso, abrimos una nueva línea de trabajo en torno al desperdicio alimentario». En esta dirección se dieron cuenta de algunos datos importantes como que en el Complejo Educativo eibarrés se había producido el desperdicio de 350,5 kilos de alimentos comestibles y no comestibles en una semana.
La cifra
10.000 kilos
Es el volumen que, según el estudio, se echarían a perder durante un curso entero en el Complejo Educativo.
Uxue Zabaleta, coordinadora del programa Agenda 2030 en el Complejo Educativo de Eibar, ha explicado que «el diagnóstico se ha realizado en el comedor del complejo donde desayunan, comen y cenan 200 personas, la mayoría alojadas en la residencia. Las mediciones se han realizado tanto en la cocina como en el comedor durante una semana, en las tres comidas del día. Después de esa primera semana, se ha realizado un segundo análisis tendente a identificar qué cantidad de raciones de excedentes alimentarios pueden ser aprovechados para donarlos».
Las entidades 'Enraíza Derechos' y 'Oreka' se han encargado de llevar a cabo el diagnóstico, ya que ambas forman parte de la Plataforma de Euskadi contra el despilfarro. En la semana que se ha llevado a cabo el diagnóstico, el desperdicio total de alimentos comestibles y no comestibles ha ascendido a 350,5 kilos -serían 10.000 durante todo el curso- de los cuales el 49% se desperdicia en la cocina y un 51% en el comedor. Sin embargo, la mayor parte del desperdicio alimentario comestible se produce en el comedor, donde se tiran grandes cantidades de comida como restos del plato de cada comensal. Los restos generados en la cocina son, la mayoría, no comestibles. Además, cabe destacar que los excedentes alimentarios comestibles que se producen en cocina se originan por el desfase entre la previsión de comensales y servicios servidos durante la comida y cena.
Los alimentos que más se desperdician son el pan -sobre todo en los desayunos- y restos de ensalada o alimentos cocinados, sobre todo segundos platos.
Tras obtener estas conclusiones, en la segunda semana de monitorización se han identificado 43 raciones sobrantes, lo cual supondría 9.000 raciones en cada curso escolar (2.300 kg), que se podrían donar una vez desarrollada la búsqueda, homologación de entidades receptoras y diseño del servicio de transporte y seguimiento de trazabilidad.
Así, se plantean 14 acciones para la prevención de pérdidas y desperdicio alimentario. Consistirían en tareas de sensibilización con la difusión de cartelería en el comedor y la residencia. También se creará un vídeo para emitir en los canales internos del Complejo. Además, se impartirá una formación al personal de cocina sobre el desperdicio alimentario y sobre seguridad alimentaria y gestión del producto excedente para poder donarlo y trasladar las acciones al resto de comedores.
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