Amós Ruiz, figura clave en la proclamación de la II República

Fue una persona que tuvo un papel destacado en la proclamación de la II República en Eibar el 14 de abril de 1931. No en vano, el conquense Amós Ruiz Girón fue jefe de la Policía Municipal de la ciudad.

Ruiz Girón nació en Osa de la Vega (Cuenca) en 1902. Estudió el bachillerato en el colegio de internos de los franciscanos de Cuenca y se graduó como perito agrícola con especialidad en Arbolado en Valladolid. Sus primeros trabajos los realizó en las fincas agrícolas de su familia. Participó en la batalla de Annual (1921) como sargento de ametralladoras en el Batallón Expedicionario 'La Victoria 76'. Se trasladó a Donostia a finales de la década de los 20 del pasado siglo tras su paso por la campaña de Marruecos, de donde regresó con la graduación de sargento. Aficionado a la montaña, se afilió al partido socialista y ganó la plaza de jefe de la Policía Municipal de Eibar.

Tuvo también un papel destacado en la revolución de octubre de 1934. El historiador Jesús Gutiérrez cuenta cómo tuvo lugar esa insurrección, «con un saldo de siete muertos, mas de 300 detenidos, exiliados, heridos... En el juicio celebrado en 1936 en Pamplona contra 169 eibarreses y tres bergareses, el Consejo de Guerra dictaminó tres penas de muerte, no ejecutadas, y casi 26 siglos de pena para el resto de los 169 acusados, que pocos meses después se vieron inmersos en la triste Guerra Civil».

En Eibar, Ruiz se hizo amigo del edil socialista Juan de los Toyos y ambos fueron protagonistas del izado de la bandera republicana en el Ayuntamiento. Cuando estalló la sublevación militar del 18 de julio fue el primero en gritar «¡A las armas!», y participó en numerosos combates que tuvieron lugar en Gipuzkoa aquel verano de 1936.

Permaneció en el cargo de jefe hasta los comienzos de la Guerra Civil, siendo presidente de la Federación Vasco-Navarra de Policía. Fue el comandante encargado de la organización de los cuerpos de ejército en el frente Norte, estuvo al frente de Brigadas en el frente del Ebro y fue mayor del Batallón 51 en Extremadura. Estuvo exiliado en Francia, donde fue funcionario de la JARE. Posteriormente, huyó a México, país al que llegó a bordo del 'Cuba' en julio de 1940.

Ruiz fue el creador del 'Cuerpo Disciplinario de Euzkadi'. La asociación Sancho de Beurko editó un libro sobre esta unidad, 'El batallón de castigo del Ejército vasco (1936-1937)', que hoy en día es una rareza prácticamente imposible de encontrar.

Tras evacuar a Bizkaia con el resto de fuerzas leales y miles de refugiados, Amós Ruiz se rodeó de numerosos anarquistas guipuzcoanos. En el Cuerpo Disciplinario, donde sentó plaza como comandante -si bien en esta unidad, sujeta a tensiones constantes por el tratamiento que se dio en ella a los presos que allí recalaban (tanto desafectos al régimen como prisioneros de guerra e incluso milicianos y gudaris arrestados por faltas disciplinarias)- convivirían, juntos pero no revueltos, representantes de todo el espectro político, desde los más extremistas de la izquierda hasta los nacionalistas vascos.

Exiliado en Francia fue funcionario de la JARE, cargo que también desempeñó en México, donde llegó a bordo del 'Cuba' en julio de 1940 y perteneció a la Agrupación Socialista Española. En el país azteca trabajó primero como vendedor de camisas hasta que consiguió empleo en el Banco Nacional de Crédito Agrícola como supervisor de planes en el estado de Sonora. Formó parte de la Comisión Nacional del Olivo y fue asesor de forestación del Departamento Central. Fue asesor técnico de Banrural, simultaneando esta actividad con la cátedra en la Escuela de Agricultura de la Universidad de Sonora y fundó una escuela en Atlixco para podadores y cultivadores de plantas.

En 1978, estando ya jubilado, fue destinado a una oficina del Departamento de Fruticultura de México DF y fue director de las escuelas de arborización de la Comisión de Ecología de México DF. En 1982 se integró en el Movimiento Ecologista Mexicano en calidad de secretario del árbol. Regresó a España y falleció en Tolosa el 31 de mayo de 2000.