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Acaba de conmemorar sus diez años en el mundo de la música y cierra la celebración con el lanzamiento del single 'La función'. «Quería volver a ese mundo donde no se te abren puertas y la ilusión puede estar escondida en cualquier cajón. Y me reuní con el grupo Niño Raro, y decidimos juntarnos y sacar la canción que nunca llegamos a sacar», desvelaba Pablo López en 'El Hormiguero'. El autor se refería a un tema que compuso para el grupo con el que empezó, hace casi dos décadas. «La hice hace 16 años. No acabamos del todo bien, no fue una fiesta el final. Cada uno emprendió su camino y nos separamos», contaba. Pero hace unos meses decidió llamarles de nuevo. «Levanté el teléfono con cierto miedo porque, después de haber vivido tantas cosas, de repente me apetecía verlas desde los ojos de los tres», explicaba el artista. Pablo Motos quiso saber cómo reaccionaron sus antiguos compañeros. «Uno reaccionó bastante más tranquilo que el otro, que se quedó en shock y creo que todavía está en shock. Creía que me iban a mandar al carajo, pero la música está por encima de todas las cosas», remataba.
López inició su andadura profesional con Niño Raro y no fue un camino de rosas. «Para que hagas una idea de cómo nos lo hemos pasado, hemos ido a tocar a Vigo, éramos los tres y dos músicos más que nos acompañaban, y vinieron a vernos cuatro personas. Había más gente sobre el escenario que entre el público», ejemplificaba. Y de dinero, mejor no hablar. «Nos hipotecamos hasta las cejas», aseguraba. Con el tiempo, el cantante se fue a vivir a Londres y tocaba en la calle. «Hay gente que lo disfruta un montón. Yo no lo disfruté un carajo. Soy vergonzoso y me da miedo dar la tabarra hasta en una fiesta familiar. Pensaba que igual estaba molestando a una señora que pasaba por allí. Lo pasaba fatal. Pero, después, una sonrisa lo arreglaba todo», rememoraba. Esos gestos compensaban porque lo que es rendimiento económico, también era escaso. «La vez que más sacamos fueron doce libras. Lo que sí pillé fueron muchos catarros», aseveraba entre risas.
López charlaba con Motos con una mano lesionada de tanto ensayar. «Porque soy un burro y a veces me obceco muchísimo. Y la mano izquierda me tensa mucho. Me han dicho que tengo el antebrazo de un deportista de élite, pero de ochenta y cinco años y para llevarlo al punto limpio. Ese es el nivel», bromeaba quitando hierro al asunto. El sentido del humor revoloteó sobre la distendida conversación hasta el punto de que el presentador decidió enviar un 'recadito' a la madre del músico. «Lola, tu hijo no hace fiestas. Bueno, en Navidad hizo una con más de 50 personas y todas sus ex novias. Y los novios nuevos de las ex novias», informaba mirando a cámara. Su invitado se partía de risa y argumentaba. «Llevaba mucho tiempo haciendo la Navidad normal y pensé en rizar un poco el rizo. Estando en casa de una buena amiga, me dijo que su madre abría su casa en Nochebuena para quien entrara. Y no sé si era en sentido figurado, pero yo quise llevarlo a cabo. Y lo hice. Al final se trata de compartir», razonaba.
Antes de despedir a Pablo López, Motos le preguntó a ver si sabía cómo estaba Raphael, a quien le une una amistad especial. «Lo veo ilusionado y sobre todo en el presente, con una fuerza tremenda», brindó el artista mostrando una cierta discreción.
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