María Hervás revela su enfado en 'Machos alfa': «Se suponía que era solo un ensayo»
La actriz acudió a 'El Hormiguero' junto a Fernando Gil para presentar la nueva temporada de la ficción de Netflix y descubrió cómo fue rodar un parto «muy real»
'El Hormiguero' regresaba con una pareja de intérpretes que presentaba la tercera temporada de 'Machos alfa'. María Hervás y Fernando Gil llegaban al programa justo después del Día de Reyes. Y a él le habían traído una Xbox. «Me encanta el juego nuevo de Indiana Jones. Y lo juego con mi hija», confesaba el actor que comparte varias aficiones con su heredera. «A mí no me enseñaron a jugar porque mis padres eran empresarios y trabajaban mucho. Y lo suplo con ella», argumentaba desvelando que se apunta a varios cursos con la niña. «El último es de magia. Hacemos un dúo y nos llamamos Magic Mudita y Torombolo Charlatán», revelaba.
«Han intentado hacer el curso de deconstrucción de la masculinidad y se han dado cuenta de que es todo fallido. Han vuelto al principio», contaba Fernando sobre la nueva etapa de 'Machos alfa'. «Y nosotras también tenemos que dialogar con la masculinidad, que también es muy jodido», precisaba María, a la que le toca afrontar la temporada con su personaje embarazada. Y, claro, tiraban de tripas falsas. Disponían de tres o cuatro prótesis y hacían falta cuatro personas para colocársela. «Está hecha a medida. Es de silicona y, para que quede bien pegada a la cintura, lo primero que les dije era que me la pusieran por abajo en vez de por arriba para no dañar el maquillaje. Me dijeron que era imposible, pero si cruzaba mucho las piernas lo podíamos intentar. Y me ponían un gel que realmente era un lubricante. Lo tenían que hacer entre cuatro», contaba la actriz.
Hervás destila simpatía, aunque a veces, en los rodajes, tiene que sacar el carácter. En la serie tocaba rodar un parto y en esa secuencia se enfadó. «Quedaba muy poco tiempo para terminar la temporada y aquel día fue complicado. Llegamos a un hospital real y a un quirófano real. Había unas personas asesorándonos que sabían de lo que se trataba. Y primero, para hacer una especie de ensayo, yo iba ya con la bata de hospital sin nada por debajo. Me tumbé en la camilla toda espatarrada y empezó a entrar gente y cámaras. Se suponía que solo era un ensayo. Y me quedé inmovilizada por completo y estuve así como dos horas y media», recordaba ahora entre risas. «Nadie sabía que íbamos a hacer un parto tan real», remataba.
Gil reconocía ante Pablo Motos que, como el rol al que le toca dar vida en 'Machos alfa', también sufrió la crisis de los cuarenta. «Pero he salido reforzado y me quiero un montón», bromeaba el artista que ha descubierto nuevos conceptos sobre la masculinidad gracias a la ficción. «Los incel, por ejemplo, son personas que son muy poco agraciadas y les faltan un par de telediarios para desenvolverse socialmente. Se juntan entre ellos y hacen piña. Y se dedican a meterse con las mujeres y a darse consejos para ver cómo pueden acostarse con ellas. Una locura», comentaba serio. Su compañera de reparto apostillaba: «Son una especie de hooligans del 'machirulismo', como con un toque de freak».
Gil aprovechaba la charla para señalar a los directores de la serie. «Los hermanos Caballero, Alberto y Laura, que son geniales, a la vez te buscan las cosquillas. Miran a ver qué es lo que a ti personalmente te puede crear conflicto y lo meten. Por ejemplo, a una compañera que no sabe nadar, le pusieron en una clase de natación», advertía. Otra muestra es que a Hervás no le gusta la bollería industrial y hicieron que a su personaje solo le apetecieran esos dulces.
