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Lo llaman el muro del maratón. Aparece en el kilómetro 30. Uno se queda completamente vacío, sin fuerza, cuando los depósitos de glucosa se vacían y las piernas ya duelen por el esfuerzo acumulado de varias horas corriendo. Pero, claro, una cosa es enfrentarse al conocido 'hombre del mazo' en una sola maratón, 42 kilómetros y 195 metros, y otra hacerlo en el World Marathon Challengue, el reto de completar siete maratones en siete días viajando a siete continentes diferentes. Y las imágenes que deja en su quinto maratón deja claro la exigencia física con la que tienen que lidiar sus 66 participantes.
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A ese reto se enfrenta la influencer Estefanía Unzu Ripoll, conocida en redes sociales como Verdeliss, donde acumula millón y medio de seguidores. Una hazaña con la que quiere recaudar fondos para la investigación de una enfermedad rara, el Síndrome de Menke-Hennekam, que solamente padece una niña en España, Claudia. Tras la Antártida, Ciudad del Cabo, Perth y Dubái, este martes ha completado ya la quinta prueba, la correspondiente a Europa, en Madrid. La ha disputado en el circuito del Jarama y ha vuelto a ganar en la general. Un triunfo que ha repetido en cada una de las pruebas salvo la primera. Lo ha hecho reponiéndose a importantes quemaduras en la piel por la radiación solar y a pesar del dolor de cuádricep que ya empieza a lanzar avisos.
Sin embargo, la única española participante se ha mostrado como la corredora más entera en su nueva victoria con un tiempo de 3 horas y 11 minutos. Otros inscritos vivían auténticos calvarios, tal y como se aprecia en las fotografías subidas por la propia organización. En una de las imágenes, uno de los deportistas trata de completar el reto en muletas y con vendas neuromusculares por todas sus piernas. Otro, consigue llegar a meta, pero lo hace completamente doblado, cojo.
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«Empiezo ya a ver muchas bolsas de hielo, rollers, cintas kinesio, analgésicos…¡hasta un atleta haciendo la maratón en muletas! Esto es muy fuerte, sigo cruzando los dedos por mantenerme fuerte», anticipaba la propia Verdeliss tras completar la tercera maratón. Ahora, a falta de las carreras de Brasil y Miami, el dolor se recrudece para afrontar la parte más dura del exigente reto.
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