Los duques se evitan
Guillermo y Enrique, con sus respectivas esposas, mantuvieron las distancias en el homenaje a los caídos en la I Guerra Mundial
p. muñoz
Martes, 12 de noviembre 2019, 00:03
Era el reencuentro más esperado. Desde el bautizo de Archie, el primogénito de Meghan Markle y Enrique de Inglaterra, el pasado mes de julio, los duques de Cambridge y los de Sussex no habían vuelto a verse en público. Este largo periodo transcurrido sin que ambos matrimonios coincidieran en ningún acto oficial, sumado a las filtraciones sobre las dificultades de Meghan para aclimatarse a la vida en palacio, habían generado todo tipo de especulaciones que el propio Enrique se encargó de avivar, al regreso de su viaje a Sudáfrica, con sus comentarios sobre su distante relación con su hermano mayor: «Ahora estamos en caminos diferentes, pero yo siempre estaré para él y él para mí. No nos vemos tanto como solíamos hacerlo porque estamos muy ocupados».
Pero este fin de semana, por fin, después de cuatro meses, los dos hijos del príncipe Carlos y sus respectivas esposas se volvían a ver las caras con motivo del Día del Armisticio, que recuerda el final de la Primera Guerra Mundial. Una fecha de enorme contenido emocional en Reino Unido -el entonces Imperio Británico perdió por causa de aquella conflagración cerca de 900.000 militares y unos 300.000 civiles-, lo que no impidió que todas las miradas se centraran en Meghan, Enrique, Guillermo y Catalina.
Las conmemoraciones comenzaron el sábado con el festival del Recuerdo, el tradicional concierto en el Royal Albert Hall que organiza la Royal British Legion, una asociación benéfica volcada en miembros y veteranos de las Fuerzas Armadas. Pero las dos parejas llegaron por separado y el protocolo les situó muy alejados, lo que no hizo sino alimentar los rumores. Mientras que los duques de Cambridge se sentaron en primera fila del palco junto a la reina, los duques de Sussex fueron colocados en segunda fila y en el lado opuesto.
El domingo se celebró el homenaje a los caídos en el Cenotafio, donde el príncipe Carlos, acompañado por sus hijos Guillermo y Enrique, depositó una corona de flores. Las mujeres de la familia real, vestidas de riguroso luto y luciendo una amapola en la solapa, asistieron a la ceremonia desde la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores. Tampoco fue posible verlas allí juntas. La reina Isabel compartió balcón con su nuera, Camila de Cornualles, y con Catalina de Cambridge, mientras que la duquesa de Sussex hizo lo propio con Sofía de Wessex, esposa del príncipe Eduardo, y con el vicealmirante Timothy Laurence, esposo de la princesa Ana. El culebrón continúa.