Volver a la rutina sin estrés

Se acabaron las vacaciones y ahora hay que poner en marcha un nuevo curso. Te damos algunas claves para hacerlo sin agobios.

Domingo, 7 de septiembre 2025, 19:32

Toda la familia tiene que dejar atrás los días de no hacer (casi) nada y recuperar las rutinas diarias sin que nos produzca ansiedad.

Establecer horarios y la vuelta al cole y al trabajo puede causar estrés en adultos y jóvenes. Habíamos perdido la costumbre de las obligaciones diarias, pero reencontrarnos con el orden después del caos vacacional es un buen momento para reconocer el desbarajuste emocional que nos supone, hablarlo y encontrar las herramientas que nos permitan tener un inicio de curso suave.

Lo primero es anticipar problemas

Una de las cosas que seguro que nos ha pasado en verano es que los horarios de descanso, comidas y estudio han saltado por la borda. Y reintroducirlos puede convertirse en una pesadilla si todo lo dejamos para el día antes de que empiece el colegio.

Si habéis salido de vacaciones a un lugar diferente de vuestra vivienda habitual, una buena idea sería volver al menos una semana antes de que empiece el curso. Estar en el lugar donde habitualmente trabajamos y estudiamos ayuda a nuestros cerebros a empezar a asentarse y asumir que tenemos una nueva rutina a la que habituarnos.

Probablemente no va a ser fácil irse a dormir a la misma hora en la que lo hacemos en otoño o en invierno, pero sí que deberíamos intentar ir aproximándonos a la hora que nos asegura que todo el mundo va a tener el descanso que necesita. Podéis procurar que se vayan acostumbrando a irse a la cama temprano con un libro, aunque no se pongan a dormir enseguida, y levantarlos también un poco más temprano cada día, para que el cambio no sea tan radical. En la medida que vuestro trabajo os lo permita, reservad tiempo con ellos para actividades lúdicas y juegos, y que no se les haga tan cuesta arriba la vuelta.

Los preparativos son cosa de toda la familia

Mientras no tengan colegio, podéis estructurar el tiempo empezando a preparar todo lo que necesitan para el curso: un día ir a buscar los libros de texto, otro ropa o equipamiento deportivo que vayan a necesitar, empezar a crear los calendarios familiares y ver cuáles son las extraescolares que más les apetecen este año... Cuanto más involucrados se sientan los peques en la vuelta a la rutina, más fácil se les va a hacer la vuelta. Cuando elaboréis los calendarios y agendas semanales, dadles alguna misión concreta según su edad, como asignar colores a los miembros de la familia que van a participar en cada actividad y rellenar las casillas con dibujos o pegatinas o responsabilizarse de escoger la música que vais a escuchar un día concreto. También les podéis preguntar qué excursiones quieren hacer los fines de semana y marcarlas en el calendario. De todas maneras, tened en cuenta que no hay que planificarlo todo al milímetro y no dejar ni un minuto libre de cosas que hacer: comprender que todo el mundo necesita su tiempo y respetar los momentos a solas de cada persona también forma parte de su educación.

Pueden acompañaros a cosas que les van a hacer menos ilusión, como hacer la compra, para que entiendan todo lo que requiere la intendencia familiar. Y dedicar un par de tardes al batch-cooking, es decir: a preparar raciones de comida en grandes cantidades, que después podréis congelar y sacar para la cena cualquier noche. Así os ahorraréis el factor añadido de estrés que supone tener que decidir qué se cena y prepararlo cada día.

Como siempre, armaos de paciencia y humor, porque este momento de transición seguro que va a provocar alguna crisis que otra (a ellos y a vosotros). Hablando y explicándoles que estáis todos igual, podréis resolverlas, porque volver a casa y a las rutinas es también un momento muy dulce que podéis compartir en familia.

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