Enfermedades que 'resucitan': los pediatras urgen a mejorar la vacunación de menores y embarazadas
Las campañas han sido desiguales para los grupos más vulnerables en las distintas comunidades autónomas
LEIRE PÉREZ
Lunes, 27 de junio 2022, 21:05
Es esfuerzo sanitario que ha requerido la pandemia ha dejado resentidos muchos servicios que antes eran rutinarios. Y aunque ahora ya se va volviendo (casi, casi) a la normalidad, no se acaban de retomar las 'buenas costumbres' de antaño. Así lo cree la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPAP), que considera que es necesario atender a la cobertura de vacunas que antes del covid se ofrecía a niños, adolescentes y embarazadas (lo que protege también a los recién nacidos).
«En los primeros momentos de la pandemia se notificó en algunas comunidades autónomas un descenso de las coberturas de vacunación. Con posterioridad, y según se retomó la actividad en los centros sanitarios, la revisión del estado del calendario ha sido una de las prioridades para los pediatras de Atención Primaria», explica la doctora Rosa Albañil, coordinadora del grupo de patología infecciosa de la AEPAP. Sin embargo, los diferentes altibajos que han acompañado a la pandemia, así como el curso fluctuante con sucesivos cambios de protocolos, ha dejado a numerosos pacientes a medias. Es lo que aseguran desde este colectivo.
«De acuerdo con los datos del Ministerio de Sanidad correspondientes a 2020, se observa una disminución en las coberturas de recuerdo de las vacunas de meningococo C de los 12 meses y la dTpa (difteria, tétanos y tosferina) a los seis años, y de ambas dosis de la triple vírica «sarampión, paperas y rubéola)», lamenta el doctor Ángel Hernández, pediatra de atención primaria y colaborador del comité asesor de vacunas de la Asociación Española de Pediatría. Según estas mismas estadísticas, «sólo cinco comunidades autónomas cumplen el objetivo de inyectar con dos dosis de triple vírica a los niños 3 y 4 años de edad, lo que resulta fundamental para impedir la circulación del virus del sarampión», asegura Hernández. Y en esta línea, el especialista recuerda que no hace muchos años se registró en algunos países de Europa un elevado número de casos de sarampión y entonces se vinculó a una relajación social a la hora de inocularse. Para la doctora Albañil es importante mantener la cobertura de vacunación pre-pandemia porque «no hay que olvidar que los procesos infecciosos pueden surgir en cualquier lugar del mundo, y debido a la globalización, los estilos de vida y los movimientos de las poblaciones, pueden extenders».
Meningitis
Si hay una enfermedad que genera alarma social cada cierto tiempo es la meningitis. Los pediatras inciden en que es importante luchar contra la bacteria porque al «iniciarse la pandemia se interrumpió en muchas zonas la vacunación de los adolescentes frente a los serotipos A, W e Y». Y eso tiene terribles consecuencias porque se trata de pacientes, que por norma general, no acuden a los ambulatorios, con lo que es más complicado que un médico les advierta de que no están inmunizados. A esto se suma lo que está ocurriendo con otra enfermedad como la tosferina de la que no se está protegiendo de igual forma a las embarazadas en todas las comunidades autónomas.
Y no son los únicos colectivos que estarían desamparados. Desde la asociación recuerdan que otro grupo que se encuentra afectado por las alteraciones en el calendario vacunal: el de los inmigrantes. Algunos han salido de sus países en condiciones de urgencia y precariedad por lo que carecen de registros sobre qué protecciones poseen, a lo que se añade carencias estructurales en la red sanitaria de su país que puede desembocar en que no se hayan administrado todos los viales necesarios. «Algunos de estos pacientes pueden llevar tiempo entre nosotros, pero, por la pandemia y la ralentización administrativa que se ha producido, pueden no haber regularizado su acceso a la sanidad», señala el doctor Carrasco.
Dado el volumen de personas que podrían estar afectados por los vaivenes, para los portavoces del colectivo médico vivimos un momento delicado en el que pueden emergen enfermedades que estaban controladas: «Somos plenamente conscientes del significado de una pandemia, de las repercusiones que seguimos padeciendo a todos los niveles y de que asistimos al desplazamiento de millones de personas en condiciones críticas. Pero es ahora cuando los profesionales sanitarios deben pedir medidas que faciliten la captación activa de los pacientes insuficientemente vacunados y aprovechar cualquier contacto en consulta para comprobar su estado».