La Junta Electoral avala las medidas de seguridad para celebrar el 12-J pese al brote de Ordizia

El órgano presidido por Ángel Ruiz abordó en su reunión un escrito de EH Bildu en el que se solicitaba «establecer y hacer públicas» las medidas para garantizar los derechos a la salud y el voto de todos los vecinos de Ordizia de cara a la cita del domingo. El municipio del Goierri guipuzcoano se ha convertido en un importante foco de contagios que suma ya 58 positivos. Tal es la preocupación que su alcalde, el abertzale Adur Ezenarro, puso en duda el miércoles la celebración de las elecciones al considerar que no existen las garantías «de seguridad y democráticas» exigibles.

En su resolución, la Junta Electoral del País Vasco da fe de que sí existen dichas medidas y anuncia que estas «serán objeto de seguimiento y evaluación continua a fin de garantizar su adecuación a la evolución de la situación epidemiológica y sanitaria». En cualquier caso, el pronunciamiento sí estima parcialmente la reclamación de EH Bildu al emplazar a la consejería encabezada por Nekane Murga a comunicar abiertamente que las condiciones son suficientes. Todo ello, asegura, con el fin de «garantizar el derecho a la salud y al ejercicio del voto».

Esta postura sigue la estela de la Junta Electoral de Galicia, que también avaló la celebración de los comicios autonómicos en la comarca de A Mariña (Lugo), con un rebrote aún mayor. A pesar del aval, el alcalde de Ordizia sigue sin tenerlas todas consigo. Ezenarro, de hecho, afirmó ayer que ni él ni el Ayuntamiento asumirán «ninguna consecuencia» por que el Gobierno vasco «permita» finalmente que vecinos confinados se puedan acercar hasta su colegio electoral.

El regidor guipuzcoano incluso ha preguntado a la Junta por un posible aplazamiento de los comicios en la localidad, algo que ahora mismo sería imposible con la ley en la mano. Así lo confirman expertos en Derecho Constitucional, quienes ponen en evidencia la ausencia de instrumentos legales para adaptarse a la situación. Y es que, pese a la extraordinaria situación vivida en la pandemia, la legislación electoral no se ha tocado lo más mínimo. La norma solo autoriza la celebración de comicios de forma parcial en caso de que se demostraran irregularidades, una condición que no encaja en este escenario de crisis sanitaria. A estas alturas, y menos sin el estado de alarma en vigor, ya no hay margen de maniobra.

Al igual que está ocurriendo en Galicia, los rebrotes del virus han contribuido a reabrir de alguna forma un debate que ya parecía cerrado: el de la conveniencia de celebrar unas elecciones en plena pandemia. EH Bildu, que siempre se ha opuesto a la fecha, recordó ayer que «desde el primer momento generaba bastantes dudas». El parlamentario abertzale Iker Casanova criticó el «interés político» por que los comicios «pillaran a la gente con el traje de baño, con la cabeza en otros sitios» y por hacer una campaña sin un «debate en profundidad».

También Elkarrekin Podemos, igualmente opuesto a la fecha del 12-J, se sumó a las dudas. El candidato por Gipuzkoa David Soto aseguró que si el debate se ha reactivado es «fruto de la decisión unilateral del lehendakari de celebrar unas elecciones en unas circunstancias como las actuales». Consciente de que ya no parece haber marcha atrás, la coalición morada pide hacer caso a lo que digan las autoridades sanitarias y extremar las precauciones durante la jornada de votaciones.