Bildu augura que «nada será igual» tras el 21-A y llama a la «regeneración política»
Otegi y Otxandiano dicen que la «marea del cambio» viene con «fuerza» y que no hay partido que «no sea imbatible»
EH Bildu empezó este jueves una campaña que confía en que sea histórica y que terminará el 21 de abril con una cita con las urnas tras la cual «nada va a ser igual». La coalición soberanista, convencida de que está ante su gran oportunidad para ganar al PNV, abrió la carrera hacia las urnas con un acto en el que tanto el candidato a lehendakari, Pello Otxandiano, como el coordinador general, Arnaldo Otegi, y la portavoz en Vitoria, Rocío Vitero, incidieron en la necesidad de un «cambio» en Euskadi, de una «regeneración política» que permita «paralizar la decadencia de nuestros servicios públicos».
EH Bildu afronta el camino hacia el 21-A con el reto de alcanzar las expectativas que señalan las encuestas. Unos sondeos que apuntan a un empate técnico con el PNV. Para romperlo, los dirigentes soberanistas apuestan por presentar la coalición como una alternativa creíble, sin estridencias. Evitar a toda costa que surja ese voto 'antiBildu' que ha trastocado en otras ocasiones sus planes.
Durante el acto de este jueves, tanto Otxandiano como Otegi se limitaron básicamente a recalcar que es el momento de «empujar» para que se dé un cambio tras unos comicios que «no son una mera contienda electoral». «No hay fuerza que no sea imbatible ante el embate de la situación política cambiante, pero sí fórmulas que muestran que se puede hacer política diferente», aseguró Otegi, en línea con lo expuesto por Otxandiano, quien habló de la «marea de cambio» que viene «con fuerza».
El candidato a lehendakari intervenía en Vitoria horas después de presentar el programa electoral de la coalición, un texto con 437 compromisos y 30 proyectos de ley, que incluye nueve objetivos claros para la legislatura, 17 medidas «de urgencia» para mejorar «el bienestar de la ciudadanía que se pondrían en marcha los 100 primeros días de Gobierno –entre ellas, iniciar los trámites para la contratación de 624 profesionales para Osakidetza, regular un salario mínimo de 1.400 euros en toda contratación pública...–; y reactivar en un plazo de tres meses desde el inicio de la legislatura la ponencia de autogobierno para impulsar un estatus de marcado carácter soberanista que permita aprovechar «la oportunidad histórica» y lograr «el reconocimiento nacional de Euskal Herria». Eso sí, en línea con sus últimos documentos, sin aludir de forma explícita a la independencia.
«Patrullas desarmadas»
La alianza liderada por Arnaldo Otegi habla de buscar «el consenso más amplio posible» a la hora de reformar el autogobierno, pero los principios son soberanistas y similares al acuerdo firmado en el Parlamento con el PNV. Se apela al «reconocimiento nacional» y a establecer una «relación confederal» basada «en la bilateralidad que pueda desarrollarse sin ninguna subordinación al Tribunal Constitucional o al Congreso», lo que exige «necesariamente la concreción de procedimientos claros para el ejercicio del derecho a decidir».
En lo que se refiere a la Ertzaintza, aboga por su «desmilitarización» –con un programa para la disminución del uso de armas de fuego–, plantea «reubicar» a los agentes de la Brigada Móvil en las atribuciones normales de seguridad ciudadana en las comisarías de las capitales; y la puesta en marcha de «un programa piloto de patrulla desarmada y confección de un catálogo de actuaciones que se prestarán sin armas».
