«Sin Sumar en el Gobierno, Bildu no va a tener una sola puerta que tocar en Madrid»

- ¿Qué ha hecho que vuelva a la política tres años después?

- De la política siempre estoy cerca, aunque en este tiempo haya sido en segunda o tercera línea. Yolanda Díaz me dio la oportunidad de volver a la primera ante unas elecciones históricas que se juegan por muy pocos votos y en las que se vota claramente un Gobierno.

- ¿Su regreso y el de varios de sus compañeros en la anterior dirección de Podemos Euskadi es una especie de reconquista?

- No concibo la política en esos términos. Ha habido una oportunidad de reincorporar a personas que en un momento dado, por una cosa u otra, decidieron tomarse un descanso.

- ¿Qué diferencia a Sumar de lo que fue Unidas Podemos?

- Hay una diferencia clara. En las anteriores elecciones no llevábamos casi cuatro años en el Gobierno. Ahora tenemos a una candidata que ha sido la mejor ministra de Trabajo de la democracia y que ha sacado adelante la reforma laboral o la subida del salario mínimo.

- ¿Cuánto les pueden penalizar las guerras internas que han tenido durante ese proceso?

- La discusión siempre existe y las negociaciones fueron largas, pero teníamos claro que la ciudadanía nos pedía ponernos de acuerdo, tal y como ocurrió. El entendimiento no puede penalizar, sino que premia.

- ¿Usted cree que el veto a Irene Montero fue un error?

- Fue el resultado de una negociación muy dura en la que todo el mundo tuvo que ceder mucho. Hay que agradecer esas cesiones a todos los participantes.

- A Pablo Iglesias no se le ve muy por la labor de remar a favor del proyecto.

- Está en otro proyecto comunicativo y estará haciendo lo que estratégicamente considere que debe hacer para sacar ese proyecto adelante. No voy a juzgar el papel de una figura que ya no representa a ninguna de las organizaciones de Sumar.

- Fue el exlíder de Podemos quien aupó a EH Bildu a la «dirección de Estado». ¿Se ha engordado a la coalición abertzale y están pagando el precio?

- El Gobierno de coalición supo entender que debía existir una serie de alianzas que eran necesarias para sacar adelante medidas independientemente del coste que pudiera suponer en términos electorales. Pero esta pregunta que me hace lo que demuestra es de qué van estas elecciones. No van de votar intermediarios o portavoces, sino de elegir gobierno. Si Sumar no está ahí, Bildu no va a tener una sola puerta que tocar en Madrid.

- ¿Se ha 'podemizado' Bildu al priorizar el eje social respecto al identitario?

- Estamos en un ciclo político en que el debate económico, social y de protección de las personas y las familias es clave. Hubo un momento en 2015 en que muchas personas que pertenecemos ahora a Sumar supimos ver lo que venía. Y eso ahora es inevitable para cualquier formación progresista.

- ¿Sumar está a favor del derecho a decidir?

- Vivimos en un Estado plurinacional. Creemos en un pacto de claridad para poder generar procesos de diálogo con las entidades territoriales que sean necesarias y que ese proceso concluya como deba concluir.

- ¿Eso se traduce en un referéndum de autodeterminación?

- Tendría que ser el resultado de un debate. Si hubiera un acuerdo sobre la celebración de una consulta, deberíamos mostrarnos a favor de ello. Pero primero dialogar, establecer las condiciones políticas y ver a qué punto se quiere llegar. El referéndum no es un fin en sí mismo.

- ¿Asumen el compromiso de que el Estatuto de Gernika se debe cumplir íntegramente?

- Indudablemente. Es más, creemos que una de las principales garantías para su cumplimiento es que nosotros estemos en el Gobierno. Y vamos más allá, también creemos que el Estatuto debe actualizarse.

- ¿Incluida la siempre polémica gestión del régimen económico de la Seguridad Social?

- La pregunta no es si debe hacerse, sino qué significa eso y cómo encontramos fórmulas para que no se rompa la caja única. Lo que no vamos a defender es el modelo del PNV, que pretende que el Estado gestione las pensiones y que ellos manden una carta a los pensionistas con el sello del Gobierno vasco.

- ¿Han permitido el resto de partidos que el PNV cope el papel de 'conseguidor' en Madrid?

- Hay una construcción interesada del debate y creo que en parte es culpa de los partidos. Se ha querido hacer creer que hay una agenda sobre nuestras competencias y excluir de lo vasco asuntos que influyen en la vida de la ciudadanía como el salario mínimo o la subida de las hipotecas.

- ¿Están a favor del TAV?

- Estamos a favor del desarrollo del ferrocarril como motor del transporte. Va a ser el medio principal en Europa, así que Euskadi no puede ser una isla. No nos gusta cómo se ha gestionado históricamente la infraestructura, pero lo que nos importa ahora es que ese proyecto, cuando se ponga en marcha, sea sostenible.

- ¿Se presentará Sumar como tal a las elecciones autonómicas?

- Es un proyecto en construcción y tenemos muchas decisiones que tomar. Pero ya sea como Sumar o en la forma en la que se decida, este espacio va a estar presente en esas elecciones.