La polémica por el voto por correo sube decibelios y embarra la campaña

Sánchez no utilizó el término 'trumpismo', como hizo la víspera la presidenta del Congreso, Meritxel Batet, pero sí acusó al líder del PP de «embarrar» la campaña y crear una «cortina de humo» con este asunto para «tapar sus pactos de la vergüenza con Vox». El mismo día en el que la Comunidad Valenciana y Extremadura celebraban los debates de investidura que harán presidentes a Carlos Mazón y María Guardiola con el apoyo del partido de Santiago Abascal, el jefe del Ejecutivo insistió así en que esas alianzas son la prueba de que pese a su insistente apelación a que se deje gobernar a la lista más votada (en Extremadura fue el PSOE) Feijóo no solo está más que dispuesto a entenderse con Vox sino a entregarse a él.

«Puedo garantizar que España es una democracia plena, estamos situados en los primeros puestos en todo los rankings de calidad democrática y vamos a tener un proceso limpio como siempre. En voto por correo hemos facilitado la petición telemática, que no existió en 2019, y gracias a la reforma del voto rogado va a haber una mayor participación de los residentes en el exterior», defendió.

Desde Sumar, Yolanda Díaz se mostró más agresiva. «Yo soy gallega y quien tiene un problema con los votos y el 'carretaxe' de votos se llama PP -acusó en Antena 3-. Sí son expertos en manipulación de votos, en sacas de votos, en traer votos del exterior con auténticos fraudes. Yo he interpuesto denuncia en Lugo porque votaban personas con certificados de no poder votar». Aun así, defendió que todos los responsables públicos están obligados a lanzar un mensaje de «tranquilidad» y de «respeto» a las instituciones.

Pese a la polvareda levantada, Feijóo insistió en poner el foco en Correos, una «empresa muy sólida» cuyos trabajadores tienen una «profesionalidad indiscutible». Aunque, a su juicio, «falta voluntad» del Gobierno para agilizar los plazos, ya que hay 2,5 millones de peticiones y solo han votado, a una semana de que se cierre el plazo para hacerlo, medio millón de personas. «No me lo invento yo», afirmó el candidato del PP, que apuntó en EsRadio a «las manifestaciones de CC OO y UGT, que saben lo que dicen y que ven el atasco que se está produciendo» porque no se ha contratado al personal suficiente para poder dar salida a todas las solicitudes.

A esas denuncias de los sindicatos, el político gallego añade los comentarios de muchos ciudadanos que se le acercan estos días en la calle para relatarle que aún no han recibido las papeletas en sus domicilios o incluso de dos miembros de su equipo que todavía están esperando a que les llegue la documentación. Aún así, Feijóo no quiere «contemplar que haya quienes no puedan votar porque no les ha llegado la papeleta». Ni quiere hablar, tampoco, de posibles impugnaciones y reitera su llamamiento a los empleados de Correos para que trabajen «mañana y tarde» porque «no pueden quedar votos en las carterías».