El bloqueo político, Cataluña y la irrupción de Vox tensan el debate

Era de esperar. Si los candidatos a la presidencia del Gobierno no habían sido capaces de desbrozar una senda para negociar tras el 10-N la noche anterior, los cabezas de lista de Bizkaia también han evidenciado que superar el bloqueo político va a ser una tarea ardua. EL CORREO ha reunido esta mañana a Aitor Esteban (PNV), Patxi López (PSE), Roberto Uriarte (Elkarrekin Podemos), Oskar Matute (EH Bildu) y Bea Fanjul (PP) en un debate ágil y de guante blanco. Los momentos de mayor tensión han llegado al abordar la situación de Cataluña, la irrupción de Vox en las instituciones y el incierto futuro político tras las fallidas negociaciones que han protagonizado Sánchez e Iglesias para conformar gobierno los últimos meses.

Por ahí han arrancado López y Uriarte. Vislumbrando que la herida abierta sigue supurando. «Después de cuatro propuestas, el que dice que no a todo demuestra que no tiene voluntad de acuerdo», ha dicho el candidato socialista. «Tenían la obligación de negociar las 24 horas del día sin parar, no hacerlo ha sido bastante irresponsable», ha respondido líder morado. Desde fuera, Esteban ha reprochado a los partidos nacionales su incapacidad de diálogo. «Son incapaces de salir del regate corto y mirar al largo plazo».

A expensas de lo que ocurra el domingo, lo que parece claro ahora mismo es que los partidos vascos siguen el mismo esquema que en abril. Bea Fanjul presentando al PP como «única alternativa» a una izquierda «que no se pone de acuerdo» y EH Bildu y PNV aguardando a que Sánchez e Iglesias consigan firmar algo. Es su fórmula preferida. «El clima es de ingobernabilidad total», ha dicho Matute antes de apostar por aupar a Pedro Sánchez y «articular un gobierno diferente al de Vox y sus colegas».

Porque, sin estar presente en el debate, la extrema derecha ha sido objeto de discusión durante varios minutos y ha generado el primer rifirrafe entre los candidatos. «Sois colegas, os mimais», ha reprochado el representante de EH Bildu a la del PP. Fanjul venía con la respuesta preparada. Por un lado, ha defendido que Vox es «un partido constitucionalista más» y que la izquierda quiere ganar votos «generando miedo», y por otro que los populares no tienen firmado ningún acuerdo de gobernabilidad con la formación de Santiago Abascal pese a tener su apoyo en varias regiones. «En Andalucía se está reduciendo el apoyo a mujeres maltratadas y hay asignaturas de caza en los colegios, ¿eso es programa del PP?»,ha cuestionado Patxi López.

Sobre Vox se ha comenzado a hablar cuando las moderadoras del debate, las periodistas de EL CORREO Olatz Barriuso y Marta Madruga, han puesto sobre la mesa la crisis que se vive en Cataluña. La única salida para el candidato de Elkarrekin Podemos es «compaginar legalidad y legitimidad democrática» mientras que el del PNV ha reclamado que el Estado haga «un reconocimiento nacional» y elija «un árbitro neutral» antes de proponer un diálogo. «Es una carrera por ver quién será más duro en Cataluña cuando no hay nada ilegal ni alegal en que una sociedad elija su futuro», opina EH Bildu. ¿Y PSE y PP? Los primeros reclaman a Torra que primero tenga en cuenta a los catalanes no nacionalistas y los segundos, que se actúe con mayor contundencia contra el president.

La hora que ha durado el debate ha reflejado también lo que viene ocurriendo durante esta campaña electoral 'exprés'. Se ha hablado de la exhumación de Franco, Cataluña y el bloqueo político mucho más que de políticas sociales. «Cada vez hay más gente que malvive por un mercado laboral cainita», ha resumido Oskar Matute tras reclamar la revalorización de las pensiones. Poco más. Al abordar la denominada agenda vasca, los candidatos vizcaínos de PNV, PSE y PP han preferido centrarse en las obras del Tren de Alta Velocidad y sus retrasos. Solo después del resto de asuntos, aunque Roberto Uriarte ha querido recordar que «las decisiones principales sobre lo que pescan en Bermeo o la vid de la Rioja Alavesa se toman ya en Bruselas y no en Madrid».

Al final, vuelta a mirar al futuro. A lo que toca tras el 10-N. Ha habido llamadas al diálogo y a que Sánchez e Iglesias, pese a los malos augurios del debate que compartieron ayer, acerquen posturas. Aunque Aitor Esteban no lo ve nada claro. «Si todos dicen la verdad respecto a lo que van a hacer, vamos a terceras elecciones. Alguno se va a tener que comer sus palabras con patatas para cambiarlo».