Más mujeres al mando de sus municipios
Bizkaia cuenta con 582 nuevas concejalas, un 10% más que en la legislatura que acaba. Sin embargo, la cifra de alcaldesas se prevé similar, en torno a la treintena
En Bizkaia, las elecciones del domingo han supuesto un peldaño más hacia la igualdad. 582 mujeres de los distintos partidos han sido elegidas ediles, un ... 10% más que en la legislatura que ahora termina, en la que había 529. En los cuatro años que quedan por delante, las mujeres coparán el 47% de las concejalías, más cerca de ese porcentaje mágico del 50%, tan significativo desde la fría pero inapelable perspectiva de la estadística. Poco a poco, pero de manera imparable, crece la presencia femenina en un mundo que, hasta hace no tanto, era cosa de hombres: a finales de los 70, las mujeres no llegaban ni al 7% del total de representantes locales.
El aumento en el número de concejalas en Bizkaia evidencia que las mujeres van ganando posiciones, porque se trata de un salto cuantitativo muy notable. Sin embargo, la cara B de esta evolución es que, de todas las electas, sólo van a surgir cerca de una treintena de alcaldesas, una cifra muy similar a la de la legislatura que termina, en la que 28 mujeres han regido municipios. Siendo muy optimistas, podría haber dos o tres más, pero el juego de los pactos entre fuerzas para elegir a quienes llevarán la makila hace que casi media docena de posibles alcaldesas acaben con la miel en los labios. Quede como quede el número final de regidoras tras el 15 de junio, cuando se constituirán los consistorios, lo cierto es que no habrá un incremento tan esperanzador como el registrado en las concejalas. Menos de la cuarta parte de los 112 municipios vizcaínos estarán en manos de mujeres.
Además, algunas regidoras no van a repetir en la legislatura que viene. Según datos de Eudel, más del 50% de los alcaldes suele presentarse a la reelección, frente al 33% de las alcaldesas. Es decir, su carrera es más corta. Aitziber Irigoras, en Durango, ha manifestado recientemente que se marcha «algo apenada por algunas operaciones urbanísticas no rematadas». Y en Bermeo, Idurre Bideguren, tras ocho años al frente del Ayuntamiento, lo ha dejado lamentando que las estructuras políticas sigan «diseñadas para ellos». En su municipio, los cinco candidatos que había para sucederla eran hombres. «Nosotras seguimos pagando una factura más cara por desempeñar cargos políticos».
Superar estereotipos
Pero las hay que siguen al pie del cañón. Anabel Landa (PNV) seguirá de alcaldesa en Berango con mayoría absoluta. Lleva siéndolo desde 2007, doce años, así que con ella no van las conclusiones del estudio de Eudel. «Estoy encantada. Pero se sufre mucho», matiza. La jeltzale se congratula de que del 26-M hayan salido más electas -«por supuesto, es buena noticia»-, pero considera que es algo que debe verse como lo que es, «algo normal, natural». En Berango, explica, se cumplen las leyes de paridad en las listas, pero, «si te pones a analizar», los primeros puestos son para los hombres... «Menos en mi partido, donde las tres primeras son mujeres, y en el PSE». Así que recomienda a «algunos que van de progresistas» que tomen nota «y prediquen con el ejemplo». Según comenta, ella nunca se ha sentido víctima del llamado 'techo de cristal'. «No digo que no exista, sobre todo en el ámbito de la empresa privada», puntualiza, y concluye: «De igualdad no me gusta hablar, prefiero la palabra normalidad».
Itziar Biguri, en Orduña, se va a estrenar como alcaldesa. En la legislatura que está dando sus últimos coletazos ha sido concejala. «En política siguen vivos muchos estereotipos -afirma-, porque algunos aún piensan que un hombre les va a representar mejor que una mujer. ¿Por qué? Porque no hay referentes potentes». Para ella, esto se ve mucho más «en la política estatal». Saca a colación el polémico cartel de Pablo Iglesias, los debates televisivos entre candidatos masculinos... «En EH Bildu creo que hemos demostrado que esos estereotipos se pueden superar. Hay que dar oportunidades a las mujeres», añade. Biguri, que toma el relevo a otra alcaldesa, Idoia Aginako, dice que sólo hay que ver la franja de edad de las mujeres que van en las listas. O son muy jóvenes, todavía sin cargas familiares, o maduras, con algunas etapas complicadas ya superadas. «Eso hay que revisarlo, porque es consecuencia de lo difícil que es conciliar». Y otro aspecto sobre el que alerta: la igualdad no sólo es cuestión de números, sino de peso, de responsabilidad. «A las mujeres normalmente les 'tocan' concejalías de Cultura, Euskera, Bienestar, Educación... Es decir, las relacionadas con los roles de cuidado tradicionalmente asignados a las mujeres». En Orduña le han dado la vuelta a la historia ya en esta legislatura, con mujeres al frente de «Urbanismo, Hacienda, Obras y Servicios...».
Angela Egia, que va a estar otros cuatro años en la alcaldía de Gordexola, también cree que «queda mucho por hacer» pese a los avances en materia de igualdad. Ella fue la primera alcaldesa de Las Encartaciones y «antes eso llamaba la atención». La regidora del PNV, a punto de embarcarse en su segundo mandato, afirma que en los vecinos -«aquí nos conocemos todos»- ha visto menos machismo y paternalismo que en la esfera política. «Los ciudadanos siempre me han transmitido su orgullo y su confianza».
Las Juntas Generales y el Ayuntamiento de Bilbao, todo a medias
Tras las elecciones, la composición de las Juntas Generales de Bizkaia es de lo más igualitaria, ligeramente inclinada hacia el lado femenino: de los 51 apoderados, 26 son mujeres y 25 hombres. Cifras similares a las de la legislatura que finaliza, en la que había una apoderada menos, 25. Un pequeño cambio. Los partidos ya intentan cuadrar las listas para que la proporción sea equitativa. Otro espejo en el que la igualdad ha sido matemática ha sido el Ayuntamiento de Bilbao. De sus 29 concejales, 14 son mujeres, las mismas que habrá en los próximos cuatro años.
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