La reforma fiscal y las renovables tensan el debate de los candidatos a diputado general en Álava

En los debates políticos de Álava siempre saltan chispazos. Los candidatos a diputado general volvieron a dejar en evidencia este miércoles las enormes diferencias que sobre todo mantienen en materia de fiscalidad, infraestructuras y renovables, asuntos que -sí o sí- deberán encararse en la legislatura que salga de las urnas. El bloque gobernante (PNV y PSE) tuvo enfrente al PP y, por otra parte, a EH Bildu y Elkarrekin Podemos, que tuvieron un discurso casi mimético en muchos de los asuntos. Si bien todos tienen la prosperidad del territorio como objetivo, cada cual maneja una receta bien diferente.

Una tensión que sólo duró hasta que se apagaron los focos, cuando volvió un ambiente de complicidad entre Ramiro González (PNV), Eva López de Arroyabe (EH Bildu), Cristina González (PSE), Iñaki Oyarzabal (PP) y David Rodríguez (Elkarrekin Podemos). Tal vez la imperiosa necesidad de retener el talento joven en la provincia fue el único tema de concordia en el debate moderado por las periodistas de EL CORREO Olatz Barriuso y Marta Madruga.

Sobre la recaudación de impuestos, uno de los grandes pilares de la foralidad, cada uno tiene un punto de partida distinto que invita a pensar en la dificultad que existirá para llegar a pactos. Ramiro González, candidato a la reelección del PNV, defendió que Álava ya cuenta con «una buena fiscalidad» que «ha sido capaz de mantener ingresos suficientes pese a la pandemia y la invasión de Ucrania». Una vez que los jeltzales anunciaron que desean abrir ese 'melón' en los próximos cuatro años, apostó por mejorar «aspectos concretos» como el incentivo del alquiler de viviendas, el impulso del empleo y 'premiar' la innovación.

Los partidos que hasta ahora han conformado la oposición en Juntas, sin embargo, no comparten ese punto de vista y prefieren aprovechar la ocasión para plantear una reforma a gran escala. Iñaki Oyarzabal, del PP, apostó por rebajar la presión sobre las clases medias y bajas. «¿Con quién van a negociar? Sus socios sólo quieren subirnos los impuestos», acusó el conservador con la mirada puesta en EH Bildu y Elkarrekin Podemos. «Tenemos una fiscalidad atractiva, sí... Sólo para grandes fortunas y esas empresas que están consiguiendo beneficios extraordinarios en la crisis. La mayor carga está recayendo sobre la clase trabajadora», sostuvo el portavoz morado, David Rodríguez. La abertzale Eva López de Arroyabe fue más lejos e incluso habló de «redistribución de la riqueza».

«En las campañas electorales todos hablamos de propuestas para las políticas públicas y no se nos puede olvidar que todo eso sale de los impuestos», avisó Cristina González (PSE), que abogó por incluir una «mayor progresividad» en la tabla fiscal.

Pero esa no es la única piedra que aparece en el camino hacia el entendimiento de los diferentes partidos. En tema de infraestructuras de transporte surgieron dos debates. El PNV, el PSE y el PP apoyaron la conexión del tren de alta velocidad (TAV) entre Vitoria y Pamplona, aunque con un matiz. Ramiro González reconoció que dentro de su partido existen dirigentes que apoyan la solución por Ezkio-Itxaso. «Será el Gobierno central quien finalmente elija», afirmó para tratar de descargarse cualquier responsabilidad.

EH Bildu y Elkarrekin, por su parte, apostaron por un modelo social de ferrocarril que aproveche el actual trayecto, una opción que cuenta con notables dificultades técnicas. «Frente a grandes infraestructuras, nosotros apostamos por un tren social que equilibre el territorio. Estamos en contra del TAV», destacó Eva López de Arroyabe.

Mientras Álava sigue esperando ese tren que lleva décadas de retraso, los parques de renovables serán uno de los proyectos que sí se desarrollará en la próxima legislatura. Eso, en teoría. Aunque todos apuesten por la 'descarbonización' del territorio histórico, ni siquiera ahí existe unanimidad y fue el punto del debate en el que más tiempo se empleó.

Ramiro González y Cristina González apoyaron los proyectos que están en fase de desarrollo, Azáceta y Labraza. «Las placas fotovoltaicas hay que colocarlas donde brilla el sol y los molinos donde pega el viento. A partir de ahí, hay informes de impacto ambiental que valoran el impacto de las instalaciones», resumió la socialista.

EH Bildu, el PP y Podemos criticaron la falta de ordenación que existe en esta materia y cargaron contra el plan territorial sectorial (PTS) del Gobierno vasco que este periódico adelantó hace una semana. «Apostamos por las renovables. Lo sorprendente es que han querido colocar en Álava todos los molinos y huertos que no quieren en Bizkaia y Gipuzkoa», criticó Oyarzabal. Es más, se dedujo en base al discurso de las dos formaciones de izquierda que plantearán paralizar el parque de Azáceta por su afección a los Montes de Vitoria si llegan al gobierno.

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