Trump: «Biden ganó unas elecciones amañadas»
El presidente de EE UU dice que su rival venció el 3 de noviembre, pero achaca el triunfo al fraude y advierte de que no concederá su derrota
ivia ugalde
Domingo, 15 de noviembre 2020, 14:55
Después de que el viernes, en su primera reaparición tras conocerse su derrota, insinuara la posibilidad de un cambio de Gobierno en EE UU, Donald Trump parece haberse rendido a la evidencia. Pero a su manera. El presidente reconoció ayer que el demócrata Joe Biden ganó los comicios del 3 de noviembre, hecho sobre el que hasta ahora había evitado pronunciarse. Eso sí, atribuyó el triunfo de su rival a unas «elecciones amañadas», según aseguró en Twitter. «Sólo ganó a los ojos de los medios de comunicación falsos. ¡No concedo nada! Tenemos un largo camino por recorrer», advirtió.
El mandatario sostuvo que Biden «ganó porque las elecciones estaban amañadas. No había supervisores ni observadores». Así lo aseguró en un incendiario mensaje en el que acusó a la compañía Dominion, «propiedad de la izquierda radical», de suministrar «engañosos» equipos de recuento de votos con la complicidad de «los falsos y mudos medios de comunicación». Toda una declaración de intenciones de que no pondrá fácil el relevo en la Casa Blanca, como ya dejó entrever el sábado, cuando arropado por miles de seguidores en Washington volvió a asegurar que hubo fraude electoral, sin aportar pruebas.
El actual presidente denunció que «todos los 'errores' mecánicos ocurridos en la noche electoral eran, en realidad, demócratas a los que pillaron mientras intentaban robar votos. Pero aquellos a quienes no cogieron tuvieron mucho éxito». «Las elecciones por correo son un chiste enfermo», incidió. No obstante, sus acusaciones no tienen el respaldo de las agencias de seguridad gubernamentales, las cuales aseguran que «la elección del 3 de noviembre fue la más segura de la historia de EE UU». Tampoco ningún tribunal ni autoridad electoral, entre ellos los propios republicanos responsables de la supervisión del recuento, han validado estas reiteradas denuncias.
Un relevo lleno de trabas
El rechazo del resultado por parte del mandatario está ocasionando ya importantes problemas a Biden en su transición hacia la Casa Blanca. El presidente electo se ha visto privado de recibir de la Administración de Servicios Generales los fondos que están estipulados que obtenga la campaña presidencial ganadora para dar los primeros pasos hacia la conformación de su Administración. Aparte de no percibir esos 6,3 millones de dólares, se le ha negado también el acceso a los tradicionales informes de seguridad y reuniones informativas, claves para que el traspaso de poder sea seguro y ordenado.
Pese a sus reticencias, Trump sabe que, matemáticamente, lograr un segundo mandato es casi imposible. No en vano, Biden ha conseguido 306 votos electorales –sólo se necesitan 270 para ganar la presidencia– mientras que el mandatario republicano cuenta con 232. Es el mismo resultado, pero a la inversa, que el que cosechó en 2016 frente a Hillary Clinton. Además, aunque el recuento en Georgia le fuera favorable, seguiría sin tener apoyos suficientes.
Por ese motivo no causó extrañeza que ya desde su reaparición, el viernes, se viera obligado a reconocer que quizá no sea él quien ocupe la Casa Blanca a partir del 20 de enero. «Lo que pase en el futuro, quién sabe qué gobierno será, supongo que el tiempo lo dirá», dijo, para añadir al día siguiente mayor confusión al clamar en Washington, envalentonado por una multitud de seguidores, que la victoria era suya. «Existe una tremenda evidencia de un fraude electoral generalizado. Hay pruebas de que a nuestros observadores republicanos no se les permitió estar presentes en el escrutinio. ¡Ganamos sólo con eso!», espetó.