Dos empresas vascas construirán lagunas y olas para el surf por todo el mundo
Con un precio a partir de 15 millones y mil olas por hora, la alianza, sellada en agosto y oficializada ayer, prevé inaugurar el próximo año la primera lámina de agua en Corea
Erlantz Gude
Miércoles, 20 de febrero 2019, 01:11
Las firmas vascas Wavegarden y Sener han tejido una alianza para irrumpir en el mercado con sus sofisticadas lagunas-surf. Con un coste ... de al menos 15 millones y la capacidad de generar hasta mil olas a la hora, se han sucedido los encargos desde California, Brasil o Corea. En este último país esperan descorrer la lona de su primera lámina en 2020. Suman más de treinta pedidos con visos de prosperar en el corto-medio plazo.
La entente ha permitido garantizar contratos que estaban cerca de cerrarse. Wavegarden aporta la infraestructura para generar el permanente vaivén y el tratamiento del agua a fin de que siempre luzca turquesa. Sener agrega la obra civil, lo que permite la ejecución de la laguna y las instalaciones anexas en plazo. Su reputación es un aval clave a tenor de la inversión que deben movilizar los contratantes, apunta Mikel Garate, responsable de la firma vizcaína en esta área.
Porque no solo se trata de instalar la lámina de agua, como precisa el CEO de la donostiarra Wavegarden, Josema Odriozola -«diferentes terrenos exigen distintas soluciones»-. Cada región tiene sus características y esta primera terna de contratos será una reválida. En Corea trabajan sobre terreno inestable ganado al mar; en California, sobre suelo con gran tensión sísmica; en Hawái pugnan con un subsuelo marcado por la actividad volcánica, mientras que en Holanda o Suiza lo hacen con capas freáticas -agua subterránea a poca profundidad-.
El reto adquiere dificultad adicionales en Edimburgo -instalarán su laguna en una cantera- o en Brasil, donde participarán en la construcción de la que aspira a ser la playa interior más grande del mundo. Entre sus clientes figuran hoteles, resorts, comunidades de propietarios, centros comerciales o instalaciones deportivas. A demanda del contratante pueden incorporar hoteles o locales de restauración. Sener se coordina con arquitectos locales.
Las cifras
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25.000 metros cuadrados ocupan las láminas de agua.
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60 olas por hora permitían los anteriores diseños de Wavegarden.
Como 25 millones de tráilers
Cuesta imaginar la colosal energía que exige el oleaje generado por Wavegarden. Cada ola, explica Odriozola, equivale al paso de un tráiler. Si se amplía el cálculo a las mil que pueden surcar la lámina en una hora, el impacto es comparable a un vasto tráfico de mercancías. En los al menos veinte años de vida útil de garantía, pueden acabar siendo 25 millones de olas .
La innovadora tecnología para practicar surf de la compañía guipuzcoana ha dado un importante salto -en sus dos lagunas en funcionamiento apenan se suceden sesenta ondas a la hora-. La contribución de Sener evita por otra parte que Wavegarden tenga que buscar ingenierías en cada país, con el riesgo de que le usurpen la idea, al tiempo que gana un socio fijo que irá acumulando experiencia y facilitará la cooperación por la proximidad geográfica.
Y es que todo empieza siempre en Euskadi. Cuando un cliente se interesa por el proyecto visita la laguna de Wavegarden en la localidad guipuzcoana de Aizarnazabal, donde los propios empleados ofrecen una demostración. Si hay acuerdo, los acontecimientos se precipitan con un periodo estimado de algo más de año y medio desde el primer contacto hasta que se culmina la obra.
¿Y en Euskadi para cuándo? De momento hay en marcha un proyecto en Málaga y contactos con interesados de Madrid y Barcelona. Porque tener mar no lo es todo. Como dice el CEO de Wavegarden: «Hay más surfistas que olas».
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