La UE y EE UU se acercan a un acuerdo comercial con un arancel del 15% para las exportaciones europeas

El pacto que comienza a perfilarse con el bloque comunitario se asemeja al que Washington firmó con Japón el martes y llega en un momento en el que no se veían avances claros en la negociación, que continúa a nivel político y técnico. La tensión entre las capitales europeas también ha ido en aumento -más desde que Trump amenazara con aranceles del 20% a la UE si no se alcanzaba un acuerdo-.

Alemania e Irlanda son los Estados miembro cuyas economías están más expuestas a posibles tarifas, por lo que durante las negociaciones han mantenido una postura suave, apostando por lograr un «principio de acuerdo» rápido y así salvar al sector de la automoción, entre otros. Italia, Bélgica y Lituania se encuetran también entre los países que han mantenido una postura más blanda. Entre los duros se encuentran España, Dinamarca y Austria, con una economía menos expuesta a los vaivenes del estado de ánimo de Trump.

Mientras, y a falta de que se cierre un acuerdo comercial, la Comisión Europea sigue trabajando y -a pesar de que su «prioridad absoluta» es lograr una solución negociada- la institución comunitaria está elaborando en paralelo un nuevo paquete de contramedidas en caso de que hubiera un choque total con EE UU. Bruselas quiere fusionar esta segunda lista de productos con la primera -en la que hay hasta 1.700 bienes estadounidenses con aranceles de entre el 10 y el 25%- y marca el 7 de agosto como fecha en la que entrarán en vigor, en caso de que no haya un pacto comercial. Se espera que estas medidas tengan un impacto de 93 millones de euros en la economía estadounidense.

Pero Europa tampoco saldría indemne de un choque comercial con EE UU. El jefe negociador de la UE, el comisario de Comercio Maros Sefcovic, advirtió de que una tasa del 20% a los productos europeos haría «imposible» el intercambio comercial entre las dos potencias. Y, según los cálculos de la Comisión europea en abril, este nivel de aranceles reduciría el Producto Interior Bruto (PIB) de EE UU en un 3,3% y el europeo en un 0,6%.El BCE también ha señalado que el aumento de las tensiones comerciales podría tener consecuencias en ambas economías y podría elevar la inflación, que se situó en el 2% en la Eurozona en junio, según datos de la Oficina Europea de Estadística (Eurostat).

A falta de que el principio de acuerdo sea rubricado por el presidente Donald Trump –un paso necesario para que logre el visto bueno definitivo– Europa contiene el aliento, en una negociación marcada por el carácter imprevisible del líder estadounidense. Sin embargo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, mostró hace pocos días una actitud calmada. «Hemos trabajado y ha merecido la pena porque estamos preparados para cualquier escenario», defiende.