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Martes, 10 de noviembre 2020, 10:08
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El descenso en la demanda provocado por la pandemia y la paralización de inversiones internacionales en sectores como el petróleo o la energía, junto a los gastos extraordinarios en el proceso de restructuración de la compañía, han generado pérdidas de 13 millones de euros en Tubacex hasta finales de septiembre. En el mismo periodo del pasado la compañía alcanzó un beneficio de 7,2 millones deuros. La empresa alavesa, fabricante de tubos inoxidables sin soldadura, ha realizado ventas en este periodo por un importe de 389,6 millones de euros, lo que supone un descenso del 18.2% en comparación con el mismo periodo de 2019. El ebitda de estos nueve meses se ha situado en 26,4 millones de euros, lo que supone un descenso del 43%.
La empresa ha enmarcado estos resultados en un contexto que está presidido por «por el entorno macro y sanitario mundial y, como ya ocurrió en los resultados del primer semestre, muy por debajo de las perspectivas que tenía el grupo al comienzo del año». Los responsables de Tubacex se muestran incapaces de hacer una previsión sobre la evolución que puede tener a corto y medio plazo la demanda de sus productos, ya que va a estar previsiblemente ligada al comportamiento de la pandemia y también a la evolución de los precios del crudo.
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En este contexto, la compañía ha señalado que mantiene tres líneas estratégicas para intentar superar esta situación, a la espera de que pueda recuperarse el mercado en un horizonte incierto. La primera de ellas está ligada a una reducción general de costes, que ya han implementado en su mayor parte. Aún está pendiente, indican, una reducción de costes en sus plantas de Llodio y Amurrio que «afectaría al 20% de la platilla» y puede suponer la salida de unos 150 trabajadores. La empresa ha planteado a los sindicatos la alternativa de conseguir ahorros de costes laborales para evitar despidos pero por el momento las conversaciones no han fructificado. En su última comunicación la compañía asegura que espera resolverlo «a corto plazo», lo que apunta a la presentación inminente de un ERE de rescisión de contratos si no hay avances en las conversaciones con los sindicatos.
La segunda línea de actuación está centrada en mantener una sólida base financiera para evitar problemas de tesorería. Un terreno en el que la dirección de Tubacex se muestra tranquila por su alto nivel de liquidez. Por último, la empresa está volcada en la firma de nuevos contratos que permitan impulsar las ventas. «Los esfuerzos en el área comercial están permitiendo negociar y firmar, incluso en un momento tan complicado de mercado como el actual, contratos que nos vinculan a largo plazo con los principales usuarios finales de nuestros productos de mayor valor añadido», ha señalado el consejero delegado de la compañía, Jesús Esmorís.
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