No sabemos nada de finanzas
Un estudio universitario saca a la luz las graves deficiencias en la educación financiera española
La cultura financiera en España es muy floja. Y los constantes escándalos, seguidos de innumerables demandas judiciales, así lo certifican. Es frecuente que las instituciones, en particular el Banco de España, pongan el foco en esta cuestión. Ahora lo ha hecho la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), cuya conclusión es que sólo la educación financiera permite ahorrar con criterio. Una circunstancia absolutamente vital ante un futuro con las pensiones en entredicho.
La tasa de ahorro de los hogares españoles ha caído hasta el 4,9% en 2018, la cifra más baja de los últimos veinte años, incluidos los de las etapas de crisis, según datos del INE. «Una mejor educación financiera de la población permite tomar consciencia de la importancia del ahorro y planificar la economía doméstica a medio y largo plazo, sin esperar a depender en el futuro de una pensión de jubilación, prestación de la que se acabará sin recibir lo que se espera», alerta Elisabet Ruiz-Dotras, profesora de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC.
A su juicio, no solo la falta de conocimiento económico explica este descenso. Hay otros elementos que también influyen: «El bajo nivel de sueldos, el nivel de inflación, el elevado coste de la vivienda y suministros, junto a un alto nivel impositivo que contribuyen a un escenario poco equilibrado».
Dificultades para entender
La alfabetización financiera es un reto tanto para la población adulta como para los jóvenes. Un estudio hecho con 370 estudiantes de grado de la UOC y personal colaborador llevado a cabo por profesores de los Estudios de Economía y Empresa en 2018, destaca que los encuestados, de media, solo responden correctamente la mitad de las preguntas sobre conocimientos financieros. «Principalmente fallan en preguntas sobre la rentabilidad, el funcionamiento de un bono y el tipo de interés», alerta Ruiz-Dotras. Un 66% de la muestra no sabe diferenciar un tipo anual con pago trimestral de uno con pago anual, y menos de un 15% conoce correctamente el funcionamiento de un bono.
La variable tipo de interés es básica en economía porque representa el precio del dinero. «Este valor se puede presentar en diferentes unidades de medida y la sociedad no sabe interpretarlas correctamente; a menudo se mezclan términos tan básicos como tipo nominal con diferentes frecuencias, tipos de interés real, rendimiento o tipo anual efectivo». Aunque estos conceptos parecen iguales, en realidad miden cosas muy diferentes.
En el mismo estudio también se analiza la capacidad numérica de los encuestados y la capacidad para estimar el riesgo. Los resultados son aún más preocupantes: el 53% de la muestra no responde bien ninguna pregunta, lo que demuestra una habilidad numérica nula y no saber hacer correctamente operaciones matemáticas; y el 41% de los encuestados demuestra no tener capacidad para estimar el riesgo adecuadamente.
Diferencias por género
Cuando se analizan los datos con más detalle, se constatan vacíos importantes e inquietantes según el género. En los cálculos y operaciones matemáticas, el 61% de las mujeres no respondió ninguna pregunta numérica correctamente frente al 42% de los hombres. En cuanto a la valoración del riesgo de un producto, solo el 30% de los hombres no es capaz de responder una pregunta correctamente frente a un porcentaje más alto entre las mujeres, un 50%.
En el estudio se incluyeron dos conjuntos de preguntas diferentes sobre capacitación financiera. El primero medía la capacidad financiera básica y contenía operaciones numéricas, conceptos como la inflación o sobre las diferencias entre una tarjeta de crédito y una de débito, por ejemplo. En este caso, el 13,3% de los hombres respondió correctamente todas las preguntas, mientras que solo un 3,7% de las mujeres las respondieron bien.
En el segundo conjunto de preguntas se estimaba la capacitación financiera avanzada, en particular la familiaridad con los productos y conceptos financieros: evaluar activos como las acciones, los fondos de inversión, los rendimientos de riesgos de los diferentes activos... En este bloque, muchos menos encuestados fueron capaces de responder correctamente todas las preguntas, pero los resultados reflejan que los hombres tienen más capacidad que las mujeres: un 7% responden todas las preguntas correctamente frente a un 1%.
El emprendimiento
«Los resultados que muestra el estudio son suficientemente relevantes y preocupantes si pensamos en todo lo que ha pasado en los últimos diez años, después de la última crisis financiera y económica», explica Ruiz-Dotras. Una de las principales consecuencias de esta crisis fue la destrucción de puestos de trabajo.
«Para recuperar puestos de trabajo, una de las opciones viables es el establecimiento de políticas que ayuden a impulsar el emprendimiento», añade la profesora. La Comisión Europea señala que uno de los primeros retos a los que se enfrentan los emprendedores es la complejidad y la dificultad de las finanzas y el acceso a los mercados financieros. Para Ruiz-Dotras, si los niveles de conocimiento financiero son tan bajos –especialmente entre las mujeres–, no se garantiza que las actividades emprendedoras que se lleven a cabo sean sostenibles a medio o largo plazo.
«Hacen falta políticas que ayuden a educar más y mejor a la sociedad en general, y en especial a las mujeres, en todos los temas referidos a las finanzas y el riesgo si queremos tener personas más preparadas para iniciar nuevas actividades empresariales y también para que la diferencia de género en el ámbito del emprendimiento sea menor», explica la experta.