Así subirán cada año las pensiones con la nueva reforma

Poco a poco se aclaran algunos aspectos de la reforma de la pensiones que el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, viene negociando con los agentes sociales. Uno de ellos es la fórmula con la que se revalorizarán todas las modalidades de pensión contributiva (incapacidad permanente, jubilación, viudedad, orfandad y en favor de familiares).

Finalmente, el método consensuado por el ministerio, sindicatos (CC.OO. y UGT) y patronal (CEOE) consiste en utilizar la media de variación del Índice de Precios al Consumo (IPC) entre noviembre y diciembre del año anterior. Esto significa que cada mes de diciembre los pensionistas ya sabrán cuánto les subirá la prestación del año siguiente. Si el valor medio fuera negativo, el importe de las prestaciones no variará para que los pensionistas no pierdan poder adquisitivo.

Eso sí, el Gobierno se reserva la potestad de convocar cada cinco años a los agentes sociales para negociar una aplicación de correcciones al nuevo sistema si el gasto en prestaciones (que en 2021 alcanzó los 163.000 millones de euros) se eleva más de lo recomendable.

Por tanto, queda descartado el sistema inicialmente ideado por Escrivá. Consistía en un deflactor basado en datos de la evolución de precios en los cinco años anteriores. Y, al mismo tiempo, en estimaciones futuras. Se buscaba compensar las ganancias de poder adquisitivo que pudiera haber en un ejercicio con las pérdidas producidas en otro.

En 2022 se pondrá fin al actual sistema de cálculo, una fórmula provisional que sustituye al polémico Índice de Revalorización de Pensiones (IRP) aprobado en la reforma de 2013. Este año los pensionistas han visto revalorizadas sus nóminas contributivas un 0,9% (las no contributivas han subido el doble) conforme a la inflación prevista.

No obstante, en 2022 recibirán una paga compensatoria ya que el IPC de este año seguramente será más alto de lo previsto. La inflación acumulada en los que llevamos de 2021 alcanza el 2%, en parte debido al encarecimiento de la energía. Los expertos vaticinan además que esta situación se prolongará hasta finales de año.

Probablemente será la última vez que los pensionistas reciban esta compensación, conocida popularmente como 'paguilla'. Si, como todo parece indicar, sale adelante la nueva fórmula, las pensiones no se devaluarán, pero tampoco ganarán poder de compra cuando los precios crezcan menos de lo previsto a comienzos de año.

El IRP introducido por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2013 pasará por tanto a la historia. Esta fórmula determinaba la evolución anual de las pensiones conforme a la situación financiera de la Seguridad Social. Dado su déficit estructural, la revalorización se quedaba en un incremento mínimo fijado en el 0,25%.